miércoles, 1 de julio de 2009

HONDURAS: SOBERANIA O BARBARIE?

Lo que ha ocurrido en Honduras debe llamar a una profunda reflexión a nivel mundial sobre lo delicado de jugar con el ordenamiento jurídico de un país y el manejo demagógico populista de la situación socioeconómica de la población. Bajo la oferta de la inclusión social, se promueven cambios en las constituciones de los países que posibiliten nuevas figuras a través de las cuales supuestamente mejorar la distribución de la riqueza y el acceso a las oportunidades de superación. En la realidad, el tiempo viene demostrando que lo que se ha promovido son medidas para concentrar el poder y tomar decisiones en nombre de un colectivo que no siempre favorecen a ese colectivo y el cual muchas veces no esta de acuerdo ni apoya las medidas tomadas. A manera de ejemplo basta ver las últimas encuestas sobre las decisiones tomadas en los últimos 6 meses en Venezuela, las cuales son mayoritariamente rechazadas pero las autoridades se hacen las ciegas ante esos números y sordas ante los reclamos. Frente a ese cuadro sociopolítico, presenciamos como jerarcas que llegaron al poder cabalgando en las ofertas de la libre determinación de los pueblos, de la soberanía popular y la justicia social, ahora toman posiciones acaloradas y vehementes para implementar un cerco internacional negando el agua y la sal a un país, olvidando que al interior del mismo hay seres humanos a favor y en contra de lo ocurrido y que merecen ser escuchados si se respeta la soberanía popular y la libre determinación de los pueblos. Seria inhumano someter a la falta de recursos económicos, de alimentos, medicinas y tranquilidad a los habitantes de ese país solo para lograr imponer la voluntad de unos a la fuerza. Hoy vemos como los que aquí satanizaron el paro petrolero en 2002 por someter a una población a la falta de sus insumos mas básicos ahora aplauden y se plegan a una medida digna de los ejércitos imperiales de la antigüedad: griegos, romanos, Atila y los Hunos o Alejandro Magno y los macedonios. Quien puede hablar despectivamente de imperialismo o barbarie, cuando se usan las tácticas clásicas que emplearon esas civilizaciones para rendir al enemigo? Puede un mandatario decir que ama a su pueblo y busca su bienestar cuando esta dispuesto a someterlo a semejante cerco económico, financiero, diplomático? Incluso, a aceptar que se hable de invasión y guerra con el costo en vidas humanas que eso pudiera implicar? Todo eso solo por 6-7 meses de mandato que le quedan? El disfraz de demócrata se le chorrió a mas de uno tratando de combatir a los supuestos déspotas. Otros ni siquiera han simulado ser demócratas alguna vez en su vida. Muchos venezolanos coincidirán en que les gustaría ver la misma decisión e ímpetu en su mandatario para enfrentar la inseguridad u obligar la reducción de sueldos en los cargos públicos. El tiempo dirá si la efectividad es la misma en los distintos casos a pesar del tono. Habrá causado confusión en nuestros militares y policías ver como el mandatario nacional llamaba a no reprimir a los manifestantes y al pueblo, mientras aquí les ordenaban echar gas del bueno so pena de perder el cargo? Que pensar cuando se pedía que algún militar se sublevara o se negara a obedecer las órdenes de reprimir? Suena acomodaticio el discurso y cada cual debe formar su propia opinión. Los acontecimientos que se han venido desencadenando deben abrir un debate en los diferentes entes internacionales pues si bien es cierto que no se puede aceptar la interrupción de un mandato democrático y constitucional de manera violenta y forzada, también es cierto que es un principio básico y elemental de la justicia escuchar ambas partes en conflicto antes de fijar posición, de manera de aproximarse lo mas posible a la verdad antes de tomar una decisión. Ese principio esta en concordancia con los principios de no injerencia y libre determinación. Asumir posiciones de solidaridad automática en función de la membresía de un club, del acolitismo o del clonismo no es una forma sana de aportar al ordenamiento jurídico mundial. Debe llamar la atención que ninguna de las instituciones de Honduras ha apoyado al mandatario expulsado, que se gana con restituirlo entonces? Por que los militares hondureños lo expulsan pero no asumen el poder sino que delegan en el proceso constitucional previsto? Una conducta a todas luces contraria a los golpes tradicionales. Por que hay una parte de la población apoyando la medida de expulsión? Son los mandatarios deidades que pueden cometer errores y no pagar el costo político de los mismos? Por que solicitar la restitución incondicional si presuntamente hay violaciones a la constitución hondureña? No se estaría convalidando una violación de la constitución y amparando la impunidad en los mandatarios?. Un mandatario que ha perdido apoyo debería reconocer sus errores, asumir su responsabilidad y facilitar la transición, de lo contrario sometería al país a una tensión que pudiera degenerar en violencia. Estamos en presencia de una situación que sacude los cimientos de las organizaciones internacionales porque las coloca ante una situación conflictiva que desafía principios elementales de la diplomacia internacional que aparentemente estarían en conflicto. El respeto a la soberanía popular, la no injerencia y la libre determinación de los pueblos parecen apoyar a las nuevas autoridades y desautorizar a los participantes de la cumbre en Managua. Mientras que la interrupción forzada de un mandato constitucional, la expulsión de un mandatario contra su voluntad y la falta de un proceso o debido proceso judicial parecen favorecer al presidente depuesto. Pesará mas el miedo a que el hecho se difunda como epidemia que la presunta voluntad de un pueblo a escoger su destino? Todo el espaldarazo internacional no ha logrado doblegar la decisión de expulsión del anterior mandatario ni ha logrado insuflar vida a la reacción de sus partidarios internos quienes lejos de envalentonarse con el apoyo parecieran languidecer mientras sus adversarios lucen decididos a defender su libre albedrío. Dos consideraciones finales primero pareciera existir un trato diferencial que le da prerrogativas a los mandatarios sobre el resto de las instituciones de su país, así vemos que Zelaya presuntamente violo la constitución y que en Irán tumbaron Internet, mensajería de texto y expulsaron los corresponsales extranjeros sin que pasara nada ni se tomaran represalias, pero en Honduras se amenaza por los cortes de luz y las limitaciones a las comunicaciones. Segundo, un liderazgo por más fuerte y numeroso que sea, si va en contra de los principios elementales y compartidos de la humanidad, fracasa porque actúa guiado por un mapa erróneo no acorde al territorio sobre el cual transita. Imponer la voluntad internacional, movida por el miedo a la replicación del fenómeno en otras instancias, hará mas daño a futuro que bien. Las instituciones internacionales deben rediseñarse o desaparecerán.
Para los venezolanos quedo claro el talante de su presidente y se explico por si solo la saña con que ha atacado sus adversarios políticos en el país y lo que les espera con miras a las elecciones del a asamblea nacional. En pocas palabras las mismas medidas disfrazadas o barnizadas de legalidad para cercar y aislar al “enemigo”.

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