lunes, 7 de marzo de 2011

HABLANDO DE ESTAFAS

Durante el 2010 y desde finales de 2009 el comunismo del siglo 21 ha venido cacareando la perorata de las estafas de los ricachones contra la población. Primero empezó con los casos bancarios, donde figuras prominentes e importantes del entorno rojo rojito estaban involucradas; para seguir con las estafas inmobiliarias que mantenían a innumerables venezolanos a la espera de una vivienda, gracias a las medidas revolucionarias que tan poco resultado han tenido contra la inflación y para promover el clima necesario, que permita desarrollar la actividad de la construcción en beneficio de todos. Hábilmente, la cúpula comunista catalogó de traidores, contrarrevolucionarios y falsos revolucionarios infiltrados en la revolución, a todos aquellos que de alguna manera podían salpicar o enlodar el proceso de cambios que deseaban implementar. Muchos comentaron con sorna que el cambio más drástico era en la pérdida de vergüenza y moral de los implicados, quienes habían birlado el dinero de los ahorristas amparados bajo el ala de poderosos padrinos vinculados al comunismo del siglo 21. Adicionalmente, pretendió bañarse de justicia y equidad para quitarse el hedor a corrupción, satanizando al sector privado de la construcción, olvidando convenientemente la grosera cantidad de proyectos habitacionales del estado que permanecen parados durmiendo el sueño de los justos. A estas “manipulaciones” e interpretaciones a conveniencia que rayan en la estafa ética y moral, al cernir con diferente cedazo la harina del costal ajeno en su comparación con la harina del costal propio, hay que añadir la estafa laboral, la estafa mediática y la estafa estadística. La primera de ellas está asociada a todas las bribonerías con que el gobierno comunista intenta endulzar a los venezolanos y burlar su buena fé. Para ello se vale del cálculo del salario mínimo en dólares a tasa preferencial, para que la cifra resultante se vea grande y abombada o le suma el cestaticket para que no luzca tan famélico delante de la inflación y la canasta básica normativa. El problema es que al hacer esto último está estafando a los trabajadores, bien a propósito o como quien no quiere la cosa, porque los 967 Bsf del cesta ticket si en realidad fueran sumables al salario, causarían 158.89 Bsf de prestaciones sociales por trabajador cada mes y 1906.67 Bsf año por cada trabajador. No conforme con eso, se le quita el cesta ticket al llegar la edad del retiro dejando a nuestros “viejitos” sin el 44% del ingreso que venían recibiendo (en el caso de que ganaran salario mínimo) y sin el aporte que el cesta ticket hubiera causado a su fondo de prestaciones sociales, lo cual a todas luces conduce a una vejez llena de privaciones y limitaciones.
En cuanto a la estafa mediática podemos comenzar señalando que el uso propagandístico y publicitario que le da la revolución a los medios de comunicación en manos del estado, engaña de alguna manera a los venezolanos, porque no hay correspondencia entre la imagen utópica que se muestra en las pantallas y la realidad que viven dichas empresas y sus trabajadores. No sólo está la duda sobre el origen de la materia prima que utilizan para la elaboración de los productos (importada o nacional), lo cual ya de por si sería engañoso dado el pregón sobre el aumento de la superficie sembrada de que se ufana el gobierno y el alarde la seguridad alimentaria. También hay que considerar la disponibilidad y oferta de dichos productos que muchas veces no se consiguen ni en la misma red estatal de distribución de alimentos. En dos platos, vale la pena cuestionarse que misterio rodea a las “famosas” EPS’s, que a pesar de ser de todos los venezolanos, no pueden ser visitadas por expertos calificados que certifiquen la idoneidad de su operación y su sana administración. La gran mayoría de los venezolanos se pregunta, sin obtener respuesta confiable, sí dichas empresas se mantienen por si solas o dependen de asignaciones de la estatal petrolera. Por ahora, los voceros del oficialismo han barajado la incógnita con eufemismos e interpretaciones ideológicas acerca de la ganancia o el capitalismo que no arrojan luces sobre la materia. Independientemente de la función que realicen las empresas deben ser capaces de sostenerse por si mismas, de lo contrario su vulnerabilidad ante los cambios del entorno las colocarían en posiciones de extrema debilidad y su persistencia en el tiempo se vería seriamente comprometida. Es el dilema de las fundaciones, organizaciones y programas que dependen de financiamiento oficial vía impuestos o renta petrolera, les va bien en las épocas de vacas gordas y pasan trabajo o desaparecen en las épocas de vacas flacas, porque no son capaces de sostenerse por si solas a pesar de sus buenas intenciones o la utilidad de su funcionamiento para la ciudadanía. El gobierno comunista en su ejercicio sectario del poder, persigue el objetivo de imponer una sola forma de ver el mundo y para ello no ha escatimado en enfrentamientos con los diferentes sectores del país. Su política de expropiaciones y confiscaciones busca concentrar en manos oficiales la producción de diversos bienes, en un paradigma equivocado del problema económico de competencia con los sectores emprendedores y empresariales del país, en lugar de seguir un enfoque de promoción, regulación y colaboración que estimule la inversión en procesos transformadores que agreguen valor y fomenten el empleo. El esquema más sencillo de la economía muestra como a partir de los recursos y las ventajas comparativas de una nación (humanos, físicos, naturales, geográficos, comerciales, intelectuales, etc.) se promueven la creación de actividades, que los transformen en productos y servicios que generan riqueza y rentabilidad para el pago de sueldos, salarios e impuestos que permitan la existencia del estado y la demanda de bienes que mueva el proceso productivo, creando empleos que a su vez repiten el ciclo mencionado y a través del cual se satisfacen las necesidades. Los nuevos comunistas han olvidado eso y creen que solo con crear “empleo solidario”, pueden sostener una economía en marcha y se han estado estrellando contra el muro de la realidad indiscutible, de que al sobrecargar al estado con la carga laboral no productiva ni eficiente, se están inmovilizando fondos necesarios para otras actividades (red de salud, infraestructura vial, vivienda, electrificación y formación profesional) que mantienen a la revolución roja rojita, quizás por la cantidad de homicidios, entrampada en cada una de las crisis que se le han venido presentando y que ha tenido que atacar de emergencia. Esa ilusión de una economía con la presencia agobiante y excluyente del estado, es parte de las estafas a que ha sido sometida la población venezolana y que se desintegran a si mismas como pompas de jabón al primer obstáculo en el camino. En su interpelación el ministro Giordani citó las “grandes obras de la revolución” como los puentes sobre el Orinoco, el ferrocarril a los valles del Tuy, el metrocable de San Agustín, etc.; pero los montos de dichos proyectos sumados unos tras otros tal como él los citó, no llegan a 20 mil millones de dólares en 12 años, lo cual es irrisorio, considerando que se han manejado ingresos cercanos al millón de millones de dólares y por lo tanto, cuestiona seriamente la eficiencia y los criterios empleados en la disposición de los dineros públicos bien a través del gasto público, bien a través de la inversión y el endeudamiento de la nación. Finalmente dos comentarios referentes a las estadísticas de la nación y la forma como se comparan con los gobiernos anteriores así como a la grosera manipulación demagógica del poder popular. En el primer caso, es obligatorio puntualizar que la comparación de cifras a través del tiempo requiere el cálculo del ratio relativo a la base de población y al uso de los recursos para medir la eficiencia con que se usan los mismos. Comparar la producción de cualquier rubro entre la cuarta y la quinta sin hacer referencia al número de habitantes que pretendía beneficiar es engañoso y raya en la estafa. Asumir que porque se ha aumentado la superficie sembrada de un rubro o la cosecha, se ha hecho un mejor trabajo, sin llevarlo a la cantidad de población que debe servirse es una afirmación nimia, porque es obvio que para intentar satisfacer una población de 20-24 millones de habitantes se necesitan menos unidades que para satisfacer una población de 25-30 millones de habitantes. Esa comparación deber ser en términos relativos para que pueda apreciarse el verdadero avance, si es que lo hay. Igualmente, separar de la comparación o evaluación de las gestiones, el impacto del ingreso petrolero que es casi del doble o del triple durante el gobierno comunista respecto a los últimos gobiernos de la cuarta es una estafa comunicacional. Corresponde al ciudadano preguntarse si esa diferencia del doble o quizás el triple se ha traducido mejora en si calidad de vida, o sí considera que se ha invertido bien en servicios públicos e infraestructura que le proporcionen un nivel de vida mejor. Asumir que la mejora d los precios petroleros es resultado de los revolucionarios es menos que una verdad a medias, porque la verdadera causa radica en el crecimiento de países emergentes como China, India, Brasil o Rusia sin cuya demanda energética no serían sostenibles esos niveles de precios.
Algo similar a una estafa puede considerarse el manejo acomodaticio que se ha hecho de las expresiones poder constituyente, poder popular y la soberanía. La historia reciente atestigua cuanto provecho sacó el comunismo del siglo 21 del uso demagógico de las mismas, para tomar por asalto todas las instituciones del país y rendirlas a su voluntad (anti) imperial. Sin embargo, el tiempo que cura todos los males y todas las heridas, más no se presta para guardar secretos ni trapisondas, termina trayendo la verdad a la luz. Los hechos que acontecen en el medio oriente dentro de las comunidades musulmanas tumbaron el disfraz constitucional que se había armado con la perorata del poder constituyente en estos lares. ¿Quién puede explicar como se apoya a un dictador que se aferra al poder cuando el pueblo en la calle o poder constituyente no lo quiere más? ¿Quién puede afirmar, sin faltar a la verdad, con quién está la mayoría en esas sociedades? ¿Hay coherencia entre la entrega de la réplica de la espada de Bolívar a un líder que para mantenerse en el poder arremete contra su pueblo, considerando su celebre frase de maldito el soldado que vuelva las armas contra su pueblo? O será acaso que se ha develado el misterio oculto tras las declaraciones del Gral aquel, de cuyo nombre no quiero acordarme, de que una derrota de Chávez en el 2012 no sería aceptada por las FANB o las afirmaciones de otros miembros de la cúpula militar de: no volverán. Pareciera que si el poder constituyente es afecto a la “revolución” se le toma en cuenta y se le aprovecha, pero cuando toma caminos diferentes y trata de expresarse por si mismo, pierde su condición de la voz del pueblo es la voz de Dios y se le sataniza o se le somete con la fuerza de las armas. La correspondencia entre las palabras y los hechos es la ética en acción; la falta de identidad entre ellas (las palabras y los hechos) no solo es inmoral, sino la evidencia indiscutible de la manipulación de la buena voluntad de los ciudadanos.

LA PREGUNTA: ¿Qué está esperando la población venezolana para decidirse a apoyar y acompañar las luchas heroicas que protagonizan sus jóvenes?

sábado, 12 de febrero de 2011

ASAMBLEA REVOLUCIONARIA O DISONANCIA DISCURSIVA

Por ahora, la jornada de interpelación de ministros se ha visto empañada principalmente por tres razones: La incompatibilidad de las cifras que manejan cada uno de los bandos, la intolerancia de la revolución a la crítica y la falta de evidencia en las denuncias de la oposición, quizás avalada por el “secreto” con que la revolución maneja sus estadísticas. No tiene sentido sentarse a hablar o discutir estadísticas sin la receptividad en ambas partes para conciliar las mismas donde haya diferencias, ya que ninguna de las partes puede atribuirse la infalibilidad y lo lógico, racional y ético, es revisar en conjunto los argumentos de cada cual para llegar a una cifra y presentarla al país. Un primer paso en positivo de esas interpelaciones sería que de ahora en adelante empiece a haber conciliación, chequeo y concordancia en las cifras por cada mes que transcurra. El escudo de los organismos internacionales, tras el cual quiere esconderse la revolución no va a ser válido, a menos que pueda demostrar que dichos organismos realizan auditorías in situ de los programas sociales de la revolución comunista, avalados por miembros de oposición. Por citar un ejemplo, no es raro conseguir profesionales del sector educativo quejándose de estar mal pagados y de los cambios en la calidad de la educación que se han hecho, obligándolos prácticamente a otorgar incontables oportunidades a los estudiantes para que no salgan aplazados (trabajos, tareas extras, nuevas evaluaciones, preguntas menos exigentes, correcciones mano floja, etc.) ¿Estará allí la causa de la reducción en el índice de repitencia o la disminución de la deserción? La única forma de saberlo, a mi entender, es pedir una certificación internacional aprobada de mutuo acuerdo por ambos bandos, que evalúe una muestra de estudiantes en los distintos niveles educativos de cada sistema en relación a los objetivos programáticos de cada uno, para determinar cual es el mejor. Cuando eso se haga seré el primero en salir a reconocer al que resulte vencedor. En el interín, los tambores de la selva hablan de muchas irregularidades en el sistema educativo de la revolución comunista. Otra perla son las cifras del ministerio de la mujer sobre la discriminación de género, señalando las proporciones entre varones y hembras en distintos estadios de la educación venezolana. Sí no escuché mal, la ministra citó los siguientes registros: 144 mujeres por cada 100 hombres en la educación superior, 97 mujeres por cada 100 hombres en la educación secundaria y 109 mujeres por cada 100 hombres en la educación básica. Una prueba estadística de bondad de ajuste aceptaría las proporciones de educación básica y secundaria como 1:1 o 50% para cada sexo, pero la del sector universitario seguramente caería en una desviación de esa proporción dado el elevado número de mujeres, lo que lleva a las siguientes consideraciones: para llegar a la universidad se requieren al menos 18 años, lo que obligatoriamente implica que si esas mujeres no hubieran podido estudiar su básico y/o su secundaria en la cuarta no podrían estar en la universidad en estos momentos; ahora, si lo que se quiere destacar es que la quinta les abrió la oportunidad, creando centros de estudios universitarios y flexibilizando ciertas normas, es un razonamiento válido, pero también hay que considerar que a nivel internacional hay estudios señalando, que los hijos que provienen de hogares donde ambos padres trabajan, presentan altos índices de problemas por carencias de afectos y cuidos como: pobre desempeño escolar o profesional y conductas delictivas. La razón para ello subyace en la poca estimulación del desarrollo cerebral en las etapas tempranas de crianza, porque el sistema de guarderías es un paralelismo de la producción en masa industrial, limitando la atención personal o individual que el niño recibe, reduciendo su estimulación para el desarrollo cognitivo. La satisfacción de la necesidad de desarrollo y realización es importante en el ser humano, pero no debería alcanzarse a costa de los pequeños ni ser presionada por factores económicos que obliguen a ambos padres a salir a trabajar, para poder disfrutar la calidad de vida que desean para sí y sus familias.
En la primera cita, el martes 08/02/11 el ministro del Interior hizo uso de la manipulación emocional al usar expresiones como un solo muerto es demasiado y un solo reo hubiera valido la pena el esfuerzo, las cuales, se oyen muy bien y encierran un profundo valor por la vida y el ser humano, pero desentonan estruendosamente cuando se comparan los hechos con las palabras o frases bonitas. ¿Cómo puede ser cierto que un muerto es demasiado y se permitió indolentemente que la cifra creciera durante 12 años desde 5968 hasta un máximo en 2009 de 19900 homicidios/año, acumulando un total que supera los 100000 asesinatos? O ¿Cómo puede decirse que un solo reo vale cualquier esfuerzo como el de la orquesta sinfónica mientras se han dejado morir miles en los penales? El ministro debe tener el muchacho muerto en la barriga y no se ha dado cuenta, dirían las parturientas, para señalar que tiene la pólvora mojada, porque, ¿Cómo es posible que teniendo un penal piloto con tan excelentes resultados como dice, no se hayan solicitado los recursos para llevarlo a nivel nacional a la brevedad posible? ¿Qué congruencia puede haber entre la frase sensiblera antes mencionada y el poco coraje para la inversión requerida para extenderlo a nivel nacional, mientras se miraba cómplice y alcahueta la entrega de recursos a países vecinos? Los indignantes resultados aconsejan la renuncia, o cuando menos alguien con dignidad y amor patrio, hubiera puesto la renuncia condicionando su permanencia en el cargo a la entrega de recursos, para que hubiera coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Así mismo, resalta el contraste entre la “consideración o preocupación” por los reos y la persecución e intransigencia con que se maneja el caso de los diputados electos, a quienes a pesar de que las autoridades pertinentes (léase CNE, Ministerio Público, Contraloría, CICPC) les permitieron participar libremente en la elección, ahora les quieren desconocer su triunfo. Un gobierno democrático paralizaría los juicios pendientes hasta que finalicen su período o no salgan reelectos y los hubiera juramentado; o ¿debe asumirse negligencia, omisión e incompetencia en las instituciones mencionadas? ¿Es ético permitir la participación de un candidato en una elección, para luego desconocer el triunfo en base a triquiñuelas y evitar la juramentación?
Tampoco puede obviarse la afirmación tendenciosa de que los estados gobernados por la oposición presentan los índices delictivos más elevados, sin hacer alusión al “desvalijamiento” de las policías regionales a que han sido sometidas al pasar de manos chavistas a manos democráticas, o sin mencionar la alta correlación que reporta la bibliografía sobre el tema de la inseguridad, entre la densidad de población y la tasa delictiva. Desde el otro lado de la acera, hay que dejar de lado la mezquindad y reconocer los buenos resultados relativos a la reducción de la tasa de homicidios donde así haya ocurrido; pero el gobierno nacional no puede dejar de lado ni soslayar, que ha sido la presión de la opinión pública gracias a medios como Globovisión, El Nacional y otros, lo que obligó al oficialismo a enfocarse y emplearse a fondo en la lucha contra la delincuencia o a atacar otros problemas como la crisis eléctrica y el déficit habitacional. La forma como el comunismo del siglo 21 ha reaccionado ante estos problemas, a la carrera y a los realazos, de manera desesperada para no ser desbordado por los mismos, pone en evidencia la falta de sintonía con la problemática nacional y el deficiente diagnóstico del acontecer diario en el país, por la subordinación de cualquier acción al interés político de exportar el modelo en el continente.
No puede pasarse por alto la disonancia en el comentario de cierre del profesor Isturiz, justificando las ayudas al exterior tras la figura de la patria grande, al sur del Río Grande, mientras se denigra de la oposición con los calificativos apátridas, pitiyanquis y/o la falta de identidad nacional. No es que no se ayude a los demás a solventar sus problemas, no se trata ser egoísta, sino de respetar que el mandato que otorga el poder popular o el poder originario, es para solucionar los problemas que aquejan a los venezolanos y quien no ha cumplido a cabalidad ese mandato, no tiene moral ni puede malbaratar los recursos de todos los venezolanos para promover su proyecto político en el exterior. Eso sería lo más parecido a un matrimonio donde el hombre tiene a su esposa trasladándose a pie o en autobús, cocinando en un fogón, lavando a mano y escuchando radio AM, mientras a las vecinas de la cuadra les compra carro ultimo modelo, lavadora automática, horno microonda y equipos de audio y video de última generación. Cualquier gobernante que quiera dar ayudas al exterior necesita la autoridad moral que le otorga el haberle solucionado los problemas a sus electores y ciudadanos. ¿A quien ligamos en la copa América, en los juegos Olímpicos o en el mundial venidero a los equipos de la patria grande o a los de la patria chica?
Finalmente, se hacía imposible cerrar sin un comentario acerca de la maniobra burda del oficialismo, para escurrir el bulto de los cestaticket para los jubilados, amenazando al sector privado con un impuesto al lujo o a las ganancias para hacerlo posible. Eso sería el reconocimiento indiscutible de que los problemas humanos y sus necesidades se solucionan con dinero, y el sistema que crea riqueza es el capitalismo, por lo tanto, debe recurrir a meter la mano en el pote de riqueza que crean los empresarios privados, porque el comunismo del siglo 21 es parasitario y no puede mantenerse por si solo. Hubiera sido todo un éxito que el gobierno pudiera decir que de las EPS (mayormente expropiadas, no fundadas por ellos) se generaban recursos suficientes para ello o que de los dividendos revolucionarios del Banco de Venezuela o de la CANTV se podían sufragar esas obligaciones. Lamentablemente, no se puede tapar el sol con un dedo y la realidad no puede ocultarse tras la publicidad en los medios. Comentario similar merece la suma del salario mínimo con el cestaticket para compararlo con la canasta alimentaria normativa, ya que no sólo se “estafa” al trabajador al considerar en ese cálculo el bono alimentario, el cual, no crea prestaciones sociales y de acuerdo al monto señalado por el ministro Maduro, representa casi el 80% de lo percibido como salario mínimo, y encima no se lo quieren otorgar a los pensionados. Querer es poder dicen en Sabaneta de Barinas.

PREGUNTAS INTERESANTES: ¿Cuánto de lo que distribuye Mercal y Pdval es producción nacional? Sí tanto se respeta el derecho a la vida ¿Por qué se entregó una réplica de la espada de Bolívar a un mandatario con 300000 cristianos en el lomo? Si tanta consideración hay por los reos ¿Por qué la fiscalía, los tribunales y el sistema judicial no pone en marcha un programa que elimine el retardo procesal aligerando el intervalo imputación - condena?
LA GUASA: ¿Ese barrigón que mostró el voluminoso ancla del programa nocturno del canal 8 será de cerveza POLAR ICE o es el nuevo hombre que está a punto de nacer?
El novel diputado Pizarro sacó la pizarra y le dió una clasesita a cabeza de cepillo de dientes

lunes, 7 de febrero de 2011

4F: MIRARSE EN EL ESPEJO 19 AÑOS DESPUES

Recordar la intentona golpista del 4F92, forzosamente obliga a establecer comparaciones entre las condiciones presentes en aquel entonces, que posibilitaron la insurrección y las expectativas de cambio que aspiraba la población. Igualmente permite establecer paralelismos y divergencias con el 11ABR02, cuando se presentó una situación que desembocó en la ruptura del hilo constitucional. Los defensores del 4F alegan que las masacres de los días finales de Febrero 89, deslegitimaron a un gobierno enmarcado en un proceso inflacionario y que puso en marcha un programa de ajuste económico de manera radical, olvidando o ignorando el efecto sobre las clases más pobres de la sociedad. Adicionalmente, existían cuestionamientos en cuanto al manejo de los dineros de la nación y la subordinación al FMI. Sin embargo, llama poderosamente la atención el poco apoyo civil que recibió dicho movimiento, considerando que trataba de resarcir a un pueblo oprimido. Cuando menos habría que cuestionarse ¿sí la masacre mencionada de finales de Febrero 89 causó una herida en la población tan profunda que no veía a los militares como sus aliados? O ¿sí el tiempo transcurrido entre las medidas de ajuste y el golpe dió lugar a apreciar ciertos síntomas de mejoría en la vida nacional y por eso no hubo apoyo popular? A favor de este último cuestionamiento y en detrimento del primero, pareciera inclinarse la balanza al considerar que al repetirse la intentona el 27N92, tampoco hay apoyo popular y ya no se podría esgrimir la sorpresa como la justificación de la indiferencia de la población. Otra apreciación de la situación podría señalar que durante los 34 años transcurridos desde la caída de Pérez Jiménez hasta la fecha de los sucesos, la población perdió conciencia de su poder para presionar los cambios que sus aspiraciones reclamaban. Aunque deba ser dicho que el estallido social casi 3 años antes, no soporta esta tesis, sino más bien parece reforzar la creencia en la fuerza incontenible que reside en la población para canalizar sus mejoras y reivindicaciones. Otra sombra que se pasea por el recuerdo de aquellos sucesos es la pasividad con que dicho movimiento MBR200 aceptó la masacre de los ciudadanos 3 años antes. Si bien es cierto que se puede esgrimir que no estaba totalmente maduro, organizado o coordinado para la fecha, debe presumirse que al menos en 7 años de reuniones el ideal bolivariano fuera lo suficientemente sólido, como para seguir el lineamiento del padre de la patria de no volver las armas contra su pueblo. No obstante, por ahora no ha habido ningún testimonio de rechazo a la orden de arremeter contra los saqueadores o cuando menos de alguna propuesta alternativa, menos trágica, de contenerlos para devolver el país al orden. Queda en el aire la pregunta de si ¿participaron o no los miembros del MBR200 de las acciones para someter el amotinamiento de la población en el 89? ¿Qué permitió que el liderazgo que ahora se manifiesta como “indispensable” no se manifestara en aquel entonces con una arenga, proclama o propuesta, que impidiera el derramamiento de sangre entre hermanos? Obviamente, nuestra situación actual no permite respuestas abiertas ni la disposición al diálogo o la discusión de las mismas, debido a la falta de tolerancia y el sectarismo político que se ha impuesto en la búsqueda de la hegemonía del pensamiento único, indiscutible e irrefutable. Bastaría retroceder la película hasta el año 92 y repasarla en cámara lenta, para observar hechos que han pasado desapercibidos, pero que pudieran tener enorme significación en los acontecimientos que se desenvolvieron dentro de nuestra historia contemporánea. Primero habría que considerar que al año siguiente se realizarían elecciones para elegir al sucesor de CAP, lo que pudiera haber conducido al cambio que se estaba anhelando por vías pacíficas y democráticas. Inexplicablemente quienes hoy detentan el poder y estigmatizan la oposición de golpista, ignoraron la cercanía del mencionado evento electoral, para tomar el atajo de la insurrección anteponiendo su conveniencia personal a los intereses del país. Sorpresivamente, diez años más tarde (Abril, 2002) el líder de aquella asonada llama a usar mecanismos democráticos previstos en la constitución para deponer su gobierno y evitar la vía violenta del golpe de estado. Convenientemente, recurrió en ese entonces a prorrogas y dilaciones por más de un año con argumentos como la extemporaneidad de la recolección de firmas, para ganar oxígeno mientras implementaba las misiones sociales que le permitieran repuntar en la opinión pública y evitar un resultado adverso en el referéndum revocatorio del mandato. Es decir, en el 92 no se podía esperar un año y medio hasta las elecciones, pero en el 2002 si se tenía que esperar hasta el 2004 para intentar el cambio que sacó a la calle a una multitud durante días enteros pidiendo su renuncia. ¿Cómo entonces puede darse credibilidad al lema del poder popular o el pueblo legislador? Si sobran las demostraciones en las cuales la voluntad popular se burla olímpicamente: Diputados electos no juramentados, la defenestración del alcalde metropolitano solo por ser un representante de la cuarta republica que derrotó a su candidato “revolucionario”, el despojo de competencias a las gobernaciones y alcaldías en la medida que fueron ganadas por sus adversarios como medio de negarles recursos y comprometer su gestión, suspendiendo o adelantando elecciones a conveniencia y formulando leyes inconsultas para hacer su voluntad. En todos esos casos el poder popular ha estado en contra de las decisiones tomadas, pero sus deseos no han sido respetados. Algo similar ocurrió con la ley de universidades que se aprobó de manera “Express”, ignorando el proyecto introducido por los estudiantes con el respaldo de cerca de 38000 firmas, para luego ser vetada a nivel presidencial (a pesar de que los asambleístas que lo aprobaron seguían sus ordenes) y ahora se pretende salir a “venderlo” a la población para que pueda ser aprobado. Lo legítimo hubiera sido convocar a los que aspiran ir a la universidad y a los que hacen vida en ella para que presentaran sus ideas, sus enfoques de la situación y propusieran las soluciones, si en verdad se promueve el poder popular. Entonces, ¿por qué se toman estos atajos revolucionarios para burlar la voluntad de la población a quien afecta la ley? En fin, lo que se trata de decir es que cuando un gobernante se aprovecha de la buena fe del pueblo que lo eligió y traiciona la esperanza de los electores, está abriendo sin darse cuenta la puerta a las protestas e insurrecciones que irremediablemente conducen a su caída. Tanto en el 92 como en 2002 o ahora se produjo un cambio entre las expectativas de la población al elegir un gobernante y las realizaciones o decisiones que este tomó. CAP despertó la ilusión de un gobierno como su primer mandato, populista, tasa de cambio estable, de bonanza petrolera y baja inflación, para sorprender con el gran viraje del ajuste neoliberal. Igualmente, los venezolanos han sido sorprendidos desde finales del 2001 con un paquete de leyes, amparados en una habilitante, contrarias a todas sus expectativas de un gobierno democrático, participativo, honesto y transparente. Se decide con él tomar el rumbo del comunismo desconociendo la propiedad privada, destruyendo la autonomía de las instituciones para centralizar el poder en un solo hombre y se implementaron medidas populistas como el anclaje cambiario y el clientelismo político, dejando al país en una situación que no es peor a la de la década de los 90 gracias a la mejora de los precios del crudo. Solo recordar que en Diciembre 2010 se llegó a mencionar la posibilidad de subir nuevamente el IVA, junto con la devaluación de la moneda disfrazada de “unificación cambiaria”, coloca al paquete neoliberal del 89 muy cerca de reeditarse faltando solamente el ajuste al precio de la gasolina. Hay que mirarse en ese espejo del 4F92, porque una crisis que el gobierno atribuye al capitalismo, presenta países en la región como Perú, Colombia y Chile, vinculados al sistema capitalista con muy buenos resultados, a pesar que los dos últimos sufrieron desastres naturales de mayores dimensiones que las inundaciones sufridas por Venezuela. Tan solo con mejorar sus políticas de redistribución de la riqueza creada esos países capitalistas mostrarían resultados que causarían la envidia a los venezolanos, quienes a pesar del precio del crudo, han perdido en 3 años casi 100$/mes en el salario mínimo, su PIB ha decrecido en los dos últimos años y los pronósticos de 2011 no son precisamente alentadores. El gobierno se defiende tras indicadores sociales como la reducción de la pobreza y la desigualdad que nadie entiende de donde los sacan, pues es un contrasentido que cayendo el poder adquisitivo (salario mínimo en dólares en la cifra mencionada) se pueda reducir la pobreza. El índice de Gini usado para evaluar ese parámetro toma en cuenta el PIB que se viene reduciendo, toma en cuenta la alfabetización que luego de los 2 o 3 años iniciales ha entrado en una fase estable y el acceso al agua potable que nadie en sus cabales puede asumir que mejoró en un año de sequía, crisis eléctrica que afectó el bombeo y el estado de la gran mayoría de los embalses venezolanos, que pone en duda su conformidad con las especificaciones exigidas a nivel internacional. Por otra parte los países del área que se llaman socialistas como Brasil, Uruguay y hasta los mismos satélites de la revolución comunista venezolana (Ecuador y Bolivia) exhiben mejores resultados que nosotros. ¿Qué aberración somos entonces que hemos logrado conjugar lo peor de los dos sistemas? Los venezolanos no queremos excusas, disculpas ni perdón por los errores y fallas cometidas, queremos o más bien exigimos rectificación del rumbo con cambio de medidas y toma de decisiones que enrumben al país por el camino del progreso y el desarrollo económico, ya se ha perdido suficiente tiempo con el ensayo comunista y se han dilapidado ingentes recursos mientras siguen vigentes los problemas de siempre. Si no hay el coraje y la voluntad de hacerlo lo mejor es ceder el paso a nuevos liderazgos con las ideas y la ambición de gloria para lograrlo.

LAS PREGUNTAS: ¿A qué le teme la revolución que se aferra al poder como garrapata en culo de yegua? ¿Habrá algo oculto que no interesa que salga a la opinión pública que obliga al manejo confidencial de las cifras? ¿Más bien no es de prestigio que las cifras sean confirmadas y certificadas por los adversarios y/o terceros? ¿Qué calificación tendrían los embalses y plantas de tratamiento de Hidrocentro si se inspeccionaran?

martes, 1 de febrero de 2011

EMPANTANADO Y DESESPERADO

Ante la inclemencia del tic tac del reloj, que implacablemente transcurre acercando la meta del 2012, el gobierno no tiene más remedio que copar los espacios en los medios para tratar de ganar aceptación vía programación mental o subconsciente, en base a la repetición. Algo bastante gracioso, considerando su predica comunista de la manipulación de las necesidades humanas que a través de la publicidad realizan los capitalistas para estimular el consumo. Sí el producto es malo y no hace lo que dice, pero se le hace abundante publicidad ¿Cómo reacciona el público consumidor? El sectarismo lo lleva a la negación de la realidad a través de la publicidad, porque pone al ciudadano ante el análisis de lo que le presentan los anaqueles en los establecimientos comerciales y lo que le presenta la publicidad oficial. Ni siquiera el conflicto ético que se levanta en la contradicción de presentar con publicidad gratuita actividades productivas y económicas supuestamente solventes, que de hacerlo tan bien como se ufana el oficialismo, deberían poder cancelar su publicidad y competir en condiciones de igualdad, otro valor que tanto cacarean, con el resto de las empresas de esos sectores en el país. También causa hilaridad que en días pasados se ordenara el retiro de una novela de un canal comercial protagonizada por una señora llamada Venezuela con un perrito que respondía al nombre de Huguito, mientras surge una nueva “novela” que se transmite en cadena nacional en los horarios vespertinos Premium con protagonistas similares. Es justo reconocer que en lo poco que se vió de la novela colombiana era evidente la sátira y burla de su mensaje hacia nuestro mandatario, pero lo asombroso es que la nueva “novela” que se transmite en cadena nacional, mayormente refuerza ese mensaje en los que no nos limitamos a escuchar y repetir, sino que tratamos de analizar y escudriñar las palabras y cifras para llegar a la verdad. En ella se ve el desespero del líder comunista ante los damnificados que ven como pasa el tiempo pero las soluciones no llegan, como se firman decretos y se muestran maquetas pero el problema sigue sin resolverse, o como aparecen todavía damnificados de Vargas en espera de una vivienda, a pesar de las leyes habilitantes dictadas en aquel entonces pero que no concretaron ni refugios, ni los anhelados hogares para esas familias en desgracia. Por lo tanto, hace falta la presencia perenne del mandatario en los medios para dar la sensación de que si se está haciendo algo. La única diferencia que se observa de momento en la nueva “novela” es la presencia de extranjeros, cual Torre de Babel, que vienen a intentar solventar la catástrofe ante la desconfianza del primer magistrado por el talento y la iniciativa nacional. Se saca partido de los errores de unos pocos para generalizar la satanización de constructores y banqueros, sin tener en cuenta el efecto sobre el empleo, la motivación de los emprendedores venezolanos y la responsabilidad del oficialismo que adolece de los mismos vicios que acusa al sector privado. El show montado en la amenaza al presidente del BBVA Provincial vía telefónica, puso de manifiesto el uso arbitrario del poder al no conceder el derecho a la defensa, por lo menos ha debido permitir que su explicación saliera al aire y el uso de la tragedia humana para manipular al país. Mostrarse parcializado hacia una de las partes, independientemente que sea la más débil, no oculta o excusa el talante autoritario ni las posibles injusticias del que juzga oyendo solo una de las partes y la inestabilidad e inseguridad que provoca en los empleadores, inversionistas y propietarios que cada día se cohíben más en sus evaluaciones de proyectos y planes de crecimiento, ante la incertidumbre de lo que pueda pasar con sus propiedades. Esa vacilación y desconfianza es la misma que se siente en las cifras oficiales tanto de la memoria y cuenta, como de los voceros de las asociaciones y gremios gobierneros al defender la revolución comunista. Durante la semana un directivo de Fegaven presentó los siguientes números en la entrevista de Televen: 220000 hectáreas de una reserva que ahora estaban produciendo 100000 Lts de leche por día, pero que arrojan una productividad tan baja como 0.45 lt de leche por hectárea-día. Aquí valdría la pena preguntarse ¿Es esa una cifra como para que un directivo se ufane de ella?¿Como se compara esa cifra con las fincas expropiadas por el Inti en el Sur del Lago, Las Carolinas u otras zonas del país, bajo la excusa de latifundio o improductividad? ¿Cual es la capacidad de carga para esas tierras de acuerdo al Inti y cuánto arrojan los resultados? De acuerdo a las cifras presentadas por el directivo de 20000 vientres importados, de los cuales 10000 en producción a razón de 10 lt/día c/u o lo que es lo mismo 50% de eficiencia reproductiva, se está hablando de 0.091 UA/hectárea lo que cualquier ganadero reconocería como una productividad bajísima. ¿Cuánto tendrían las fincas expropiadas en Guárico, en el Zulia o la misma Las Carolinas? ¿Hay igualdad y justicia en las confiscaciones de fincas productivas? Este tipo de resultados mediocres abundan en la revolución mediática del comunismo del siglo 21, para muestra dos botones: hasta aproximadamente 2008 y desde el 2005 el protagonista de la novela transmitida en cadena nacional, alardeaba de tener el salario mínimo en dólares más alto de Latinoamérica al irse acercando a los 400$/mes, pero súbitamente se olvidó del indicador y más nunca lo ha nombrado. ¿Tendrá algo que ver la tendencia a la baja que muestra en los últimos 3 años? A muchos venezolanos nos gustaría que en cualquiera de las emisiones de la “novela”, su protagonista tratara de explicar la coherencia entre la tendencia del salario mínimo en dólares y la tendencia de sus indicadores sociales de reducción de la pobreza y la desigualdad en el país. Ojalá pueda hacerlo sin caer en el Galimatías de la vez que trató de explicar como con menos votos se había alcanzado la mayoría en la AN. Para los que no sabemos tanto como el líder de la revolución comunista, no hay explicación lógica entre la caída del salario mínimo dólares a alrededor de 260-280 $/mes y el descenso que muestran las cifras oficiales de reducción de la pobreza y la desigualdad entre los venezolanos, salvo que pase por la “genial idea” de que al hacernos más pobres (se perdieron casi 100$/mes en el mencionado indicador), nos estamos igualando en ser todos pobres. A manera de ilustración, un simple cuadro comparativo de los países del área mostrando la carga impositiva más la inflación junto con el salario mínimo, bastaría a un buen entendedor para comprender el fracaso de la política económica y monetaria de la revolución comunista. (ver cuadro al final, despues del subtítulo las preguntas)
Los datos del cuadro provienen de búsquedas en páginas Web bajo el rótulo comparativo países Latinoamérica año 2010 (ítems IVA, salario mínimo en dólares e inflación) y el objetivo que se perseguía era determinar si la carga tributaria, definiendo como tal la combinación del IVA más el impuesto perverso de la inflación, modificaban de manera sustancial el valor nominal del salario mínimo dolarizado. No se consiguieron datos del año 2010 para Bolivia y Paraguay. Los hallazgos más relevantes señalan, que llevar el salario nominal en dólares a lo realmente disponible luego de descontar la carga tributaria, puede producir cambios sustanciales tanto en las posiciones de la clasificación nominal como en la diferencia entre países. Así se observa que Venezuela pasa del quinto renglón nominal al sexto por disponibilidad, siendo desplazado por Ecuador y se coloca en niveles muy cercanos, quizás de variaciones despreciables, en relación a Uruguay y Perú al pasar de una diferencia en el nominal de 41 y 90 $/mes a tan solo 2.21 y 13.32 $/mes en lo disponible. El segundo país cuya carga tributaria afecta más el salario mínimo es Venezuela, donde se requieren 112.12$/mes del salario mínimo para los aportes al fisco nacional. En pocas palabras, los venezolanos cuentan con el comandante de la inflación mientras casi todo el continente la tiene controlada, dando lugar a situaciones que desacreditan su política económica y monetaria como la siguiente perla: El ultimo año del quinquenio Caldera 2 conocido como de libre mercado tuvo una inflación del 29-30%; once años después y a pesar de los controles draconianos y con mano de hierro de la revolución comunista, la inflación se remonta a 30.9% y se mantiene terca en 27.2% al año siguiente. ¿Qué razón puede explicar que dos sistemas ideológicamente contrapuestos tengan resultados tan similares?
El otro punto que debería mover a la reflexión a los revolucionarios comunistas es la posible explicación a su baja tasa de construcción de viviendas. Es decir, ¿Cómo es posible que los mismos constructores y banqueros que durante la cuarta construían 60000 a 70000 viviendas por año a duras penas superen las 20000 en la quinta? La respuesta debe pasar obligatoriamente por lo que ha cambiado desde entonces, pero ¿habrá en los neocomunistas el suficiente espíritu crítico y la humildad necesaria para cuestionar sus políticas hacia el sector? En fin, los venezolanos aspiran que la nueva “novela oficial” logre explicar en sus transmisiones en cadena, las disonancias que aquí se señalan entre el discurso sensiblero comunistoide y la cruel realidad que día tras día viven los ciudadanos en la patria de Bolívar.


LA PREGUNTA: ¿Cuándo cosas que nunca pasaban comienzan a ocurrir con frecuencia inusitada decimos que estamos en una revolución? ¿Será que el transcurrir del tiempo le quiere dar la razón a Larry Palmer?



PAÍS IVA Inflación Carga tributaria Salario mínimo en $ Disponible $
Argentina 21% 10.9% 31.90% 395 268.99
Bolivia 13% 7.8% 20.80%
Brasil 18% 5.91% 23.91% 291 221.42
Colombia 16% 3.17% 19.17% 297 240.07
Chile 18% 3.00% 21.00% 317 250.43
Ecuador 12% 3.33% 15.33% 240 203.28
Paraguay 5 a 10% 7.20% 17.20%
Perú 16% 2.08% 18.08% 196 160.56
Uruguay 23% 6.93% 29.93% 245 171.67
Venezuela 12% 27.20% 39.20% 286 173.88

domingo, 23 de enero de 2011

DE LA ÉTICA DEL DISCURSO

Históricamente la humanidad ha asociado la ética a la busca del bien superior, del bien común para la mayoría, a la conciencia interna que vincula el deber con la conducta y por supuesto, a la objetividad como esfuerzo humano, que intenta despojar de subjetividad todo raciocinio y comportamiento humano. Los cristianos la han vinculado a la sabiduría o luz celestial que nos permite distinguir el bien del mal, la brújula que invariablemente nos orienta hacia el bien supremo ante las variadas situaciones que se enfrentan en el transcurrir de la vida humana. Aplicar ese marco referencial a la política venezolana y sus actores obligatoriamente conduce a comprender los errores y aciertos de cada uno, lo cual debería conducir a la reflexión de asumirlos, disculparse y corregir el rumbo hacia el reencuentro de los venezolanos en un camino común, distinto a los hasta ahora transitados, donde podamos caminar y convivir todos. Los errores de la cuarta pasan por los desaparecidos en sociedad con la guerrilla de esa época, hasta las malas decisiones que dieron origen a la corrupción y la inflación, mientras que los errores de la revolución pasan por la convivencia y/o potenciación de los males de la cuarta, léase corrupción e inflación, hasta el sectarismo exacerbado que les impide siquiera analizar otro punto de vista distinto al del gran caudillo. Sin esa chispa de genialidad que permita comprendernos como seres desbalanceados (análogos a los rines de los cauchos de los vehículos), que necesitan una contraparte para equilibrarse, nunca encontraremos el camino hacia el progreso sostenido y sustentable. La aseveración anterior aplica para ambos bandos, pero sobre todo para los revolucionarios comunistas que no solo detentan el poder, sino que se han mostrado intransigentemente intolerantes. Tal cual los refranes no hay peor ciego que el que no quiere ver y Dios no le da cacho a burro, ninguno de los bandos es capaz de identificar sus fortalezas y sus debilidades y ver la complementariedad que representa su adversario a las mismas, cual si fueran el Ying y Yang de la política. Es pertinente aclarar que ninguno de los dos bandos monopoliza exclusivamente lo bueno o correcto ni lo malo o incorrecto, existen sus matices y de allí el beneficio evidente de complementarse. Sí los comunistas revolucionarios se autoevaluaran, comprenderían que han dilapidado un manantial de dinero en su incapacidad de crear riqueza; por su parte, sí los capitalistas vieran con ojo crítico su accionar, se darían cuenta que se han venido olvidando del prójimo embobados en el bienestar y el placer que les ha proporcionado su creación de riqueza. En pocas palabras, unos incapaces de crear riqueza tal vez por su dogma negador de la rentabilidad y el capitalismo y los otros insensibles a la miseria humana que se iba formando a su alrededor. Hay que ser bien “taparita” para no darse cuenta de los maravillosos resultados que pudieran obtenerse, con solo la disposición de escucharse los unos a los otros y asumir el compromiso de entender los distintos puntos de vista.
Regresando al enigma de la ética discursiva, luego de poner en contexto el accionar de ambos bandos, se puede iniciar el análisis de los elementos descollantes y repetitivos en el discurso del comunismo del siglo 21 (basta de eufemismos, es de hombres llamar las cosas por su nombre). El señalamiento de que la riqueza es mala y la satanización de los ricachones por poseerla tantas veces esgrimido por el líder comunista de la revolución, se aparta de la ética discursiva al dejar de lado la proporción de los recursos provenientes de la riqueza creada por los ricachones, que a través del IVA y el ISLR sirve para sufragar parte de los programas sociales o misiones. La verdad inocultable, que a su vez es uno de los pilares sobre los que descansa la ética, señala que para satisfacer las necesidades de los seres humanos se necesita riqueza, sin ella es imposible implementar ningún programa social o ayuda a las clases excluídas. Otro aspecto vinculado a la ética discursiva es el vaivén retórico a nivel presidencial cual veleta al viento, en cuanto a la reubicación de los pobladores de los cerros, porque si bien es cierto que él no los creó, no puede dejarse de lado que muchas de sus políticas han estimulado la habitabilidad del cerro. Baste recordar el programa barrio tricolor, rancho por vivienda o su afirmación de que a él le gustaría vivir o sería feliz en un rancho, o incluso su propuesta a mediados del año pasado de perforar en los cerros hasta la roca madre para construir “viviendas dignas” en ellos, incluso de varios pisos, para ahora percatarse de que los cerros se están desmoronando. Gracias Espíritu Santo que le iluminaste la mollera y ahora apunta en otra dirección, no optima, pero al menos mejor que aquella. Oremos porque no ocurra lo de siempre, es decir, que tratando se solventar un problema se crea otro peor, dada la premura que el momento político impone a los que se aferran al poder a como de lugar. La diatriba generada por la forma como se otorga la Ley Habilitante, viene como anillo al dedo para el debate ético moral del acontecer político nacional, ya que nadie en su lucidez y sano juicio, puede negar el irrespeto a la voluntad popular que allí se produjo, cuando la AN moribunda “bypassea” a la recién electa hipotecando sus funciones por 18 meses. Que el presidente decida acortarla reduce la inmoralidad, pero en ningún momento evita su ilegitimación, al desconocer la autonomía y soberanía de la nueva Asamblea para decidir sobre una ley que compromete sus potestades. Nada más que por el tiempo que ha pasado desde que se aprobó la mencionada ley y las pocas medidas que se han implementado, es razón para pensar que tan eficiente y efectiva puede ser dicha medida, considerando que la nueva asamblea dispone de 165 seres humanos electos específicamente para el fin de legislar; los cuales, trabajando en sesiones extraordinarias, arrojarían un mejor resultado y en menos tiempo. Solamente considerar el numero de personas dedicadas exclusivamente a la emergencia de los damnificados por el ejecutivo, en comparación con los 165 diputados, cuya experticia en diferentes campos del acontecer nacional se desprecia y desperdicia, pone de relieve lo acomodaticia, servil y bribona que fue la decisión inmoral tomada por la anterior asamblea. ¿Por qué la AN moribunda terminó con sesiones extraordinarias no vinculadas a los damnificados y la nueva AN arranca a media máquina con sesiones ordinarias de duración y frecuencia reducida? ¿Por qué despreciar y desperdiciar un foro donde las dos visiones de país pueden complementarse unos a otros, generando en muy corto tiempo legislación pertinente a la emergencia? La respuesta que a esas preguntas haga el ciudadano común tocan la médula del contenido ético de la aprobación de la habilitante:¿se necesitaba o no? Sí se necesitaba, ¿Cuál era la urgencia que no se esperó la instalación de la nueva AN, vista la lentitud con que se toman las medidas? ¿Por qué no hay coherencia entre la apresurada aprobación de la habilitante, las sesiones extraordinarias en Diciembre y el arranque a paso de tortuga en Enero de la nueva AN? Otro punto de ética dudosa es el eufemismo de unificación cambiaria para disfrazar la devaluación, ya que al desaparecer el tipo de cambio a 2.60 Bsf/$, la tasa promedio ponderada de cambio de la nación obligatoriamente se desplaza hacia arriba y eso es la definición clásica de una devaluación. ¿Qué se persigue cambiándole el nombre a las cosas? ¿Es ético intentar manipular o engañar con ese tipo de artilugios lingüísticos? Un simple cálculo aritmético lo demuestra: suponga que el 53% de las transacciones se realizaban a 2.60 Bsf/$, el 30% a 4.30 Bsf/$, el 12% a 5.30Bsf/$ (sitme) y el 5% restante a libre 7.5 Bsf/$. Eso da un ponderado de 3.679 Bsf/$. Al pasar las transacciones de 2.60 a 4.30 y permaneciendo lo demás igual, esa tasa ponderada se recalcularía así: 83% a 4.30, 12% a 5.30 (sitme) y 5% a libre 7.50 Bsf/$ para un resultado de 4.58 Bsf/$, o lo que es lo mismo una devaluación en el orden del 25% de la tasa promedio ponderada. Cumplo con aclarar que las proporciones y los valores son ficticios, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, ya que solo se persigue el fin didáctico que ilustre la manipulación del lenguaje al llamar la medida unificación cambiaria. Ejemplos de ese mismo tipo también adornan las discusiones de la nueva AN, veamos algunos: El caso de la donación hecha por Pdvsa a Primero Justicia y recibida por el diputado Julio Borges, no se puede ver como un delito sin mostrar evidencia de que el dinero fue mal empleado (uso distinto al que lo motivó), o que se violaron los estatutos de la petrolera para entregar donaciones o se infringió alguna ley con eso. El solo hecho de que hayan pasado 12 años sin acción legal que haya procedido habla por si solo. Ahora, si lo que se quería argumentar era que Pdvsa daba regalos a partidos políticos o fuerzas afines, el punto es válido; pero, ¿con que ética se habla sin mostrar de donde salen los pagos para los desfiles de autobuses, de todas clases y tamaños, que trasladan a los simpatizantes del PSUV a sus actos y concentraciones? O ¿De donde salen los reales con que se adquirieron las sedes del PSUV en las distintas regiones del país, en tan corto tiempo? O ¿quién paga los recintos cerrados donde se efectúan actos de ese partido? Obviamente, no es buena política ver la paja en el ojo ajeno sin revisar la viga en el propio. Sobre ese mismo tema, otro diputado puntualizó que las donaciones permitieron consolidar sólidas relaciones internacionales con los países del continente y a nivel mundial, lo cual trae al tapete un concepto vil del ser humano, no cónsono con los valores humanistas y altruistas que se dice profesar. Sería lamentable tener que reconocer que las lealtades y apoyos con que cuenta la nación han sido comprados en base a regalos, así como es lamentable, que mientras los habitantes de Vargas no ven que avance la reconstrucción luego de la vaguada, se regalan pingues cantidades a países extranjeros. No es que no se ayude a los demás, sino que es inmoral no cumplirle a los que te eligieron o a tus “socios” en la riqueza nacional (Venezuela ahora es de todos), mientras se es generoso o no se escatima con los demás. Finalmente, un breve comentario sobre la polémica de los indicadores de salud, pues si la ministra asegura que recibe información semanal de todas las regiones del país, que explicación lógica determina que el presidente en su memoria y cuenta no presentara los datos actualizados, sí disponía de 14 días posteriores al último día del año para actualizarlo. La tecnología actual permite hacerlo en cuestión de segundos, como es que se le encomendó a la titular del despacho que buscara o llamara a quien fuera necesario y los datos no se presentaron. Adicionalmente, sí las cifras en salud o en cualquier aspecto son tan buenas, ¿Cuál es el recelo o el misterio con que se manejan? Quien está orgulloso de lo que hace más bien promueve las discusiones y el debate sobre sus resultados, para que la información sea certificada por terceros. ¿Qué mejores auditores que los adversarios políticos o gremiales? Negando el acceso a la información y negándose a confrontar las cifras lo que hace es sembrar dudas sobre la veracidad y precisión de la misma. En fin, en el análisis ético de cualquier gestión hay mucha tela que cortar, nadie es dueño del monopolio de la moral y la ética, por eso la máxima de Jesucristo mantiene la vigencia: el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra.

LAS PREGUNTAS: ¿Se consideraría ético comercializar un producto que perjudica a la humanidad? ¿Quién tiene más responsabilidad el que lo produce o el que lo consume? ¿Cae el petróleo en esa categoría, considerando el cambio climático? ¿Es compatible el humanismo con la predica de un hombre mesiánico o se estaría negando la evolución y la capacidad de aprendizaje del ser humano? ¿Cómo se sentirá un diputado que ha sido señalado por manejos dolosos, pero no se le investiga, al ver el trato diferencial de los diputados que no han sido juramentados? Si la emergencia por los damnificados es cierta, ¿no debería la AN apoyar al ejecutivo sesionando con mayor frecuencia y duración?

martes, 18 de enero de 2011

¿QUIÉN ME LO EXPLICA?

La disertación del primer mandatario el sábado a duras penas se acercó a lo que puede llamarse una memoria y cuenta, lo cual no es raro sabiendo que dada su larga pasantía en el poder ha degenerado en hacer lo que a él le parece. Así ha venido cambiando cuanto nombre se le ocurre, cuanta ley existe, la forma de jurar y faltaba la forma de presentar su rendición de cuentas al país. El venezolano común esperaba que hubiera al menos un desglose de las partidas que componen el presupuesto pormenorizando como se invirtieron y que avances produjeron, junto con el detalle “milimétrico” de la administración de los recursos excedentarios al precio del barril petrolero (aproximadamente 33 $/barril). Adicionalmente, era esperado un balance de los diferentes sectores de la economía con su respectivo análisis de crecimiento o decrecimiento, así como las medidas para mejorar o mantener lo que marcha bien y para corregir o incentivar las áreas con problemas y su impacto en el corto plazo. Lamentablemente, más fue el tiempo dedicado a payasear tratando de arrancarle una sonrisa a la diputada María Corina y la bancada de oposición (solo faltó la canción infantil payasito saltarín de donde saliste tu) o relatando anécdotas del 2002, del 4F o de su vida en el ejercito, en vez de tratar de concentrarse en lo fundamental y sustancioso de una rendición de cuentas claras y transparente al pueblo. Sorpresivamente usó un tono conciliador durante toda la jornada y llamó al diálogo, contradiciendo el tono de los diputados de su tolda política en las primeras sesiones de la AN y las consignas de sus parciales de no volverán. Hecho realmente llamativo considerando que días atrás había hablado de un documento con las líneas estratégicas para el partido, que hacía suponer algún tipo de coordinación ejecutivo - PSUV pero que su discurso negó, pues mientras las diputadas Flores y Eckout se desbordaron en insultos y expresiones peyorativas hacia la bancada de oposición, el chivo de la campana trató de tender puentes y ofreció la mano de la concordia para establecer el diálogo. Es bien sabido que de palabra el Presidente ha hecho varios actos de arrepentimiento en estos largos 12 años, los cuales acompaña de su histrionismo con cara de cachorrito abandonado buscando casa, pero que no han sido acompañados de los hechos que se alineen con las palabras. Surgen las preguntas ¿fue un discurso para la diplomacia internacional? ¿Qué tono utilizará la próxima vez que hable con su partido, éste conciliador o el agresivo de siempre? Un ejercicio memorístico del acontecer reciente revelará que en anteriores ocasiones ha bajado el tono, pero los hechos han seguido en correspondencia con el discurso agresivo. ¿Qué pasará esta vez? Podría especularse que puede ser una maniobra para tratar de reventar la unidad opositora, generando la discusión de cómo reaccionar ante la propuesta y que se puso en evidencia en las diferentes respuestas de los distintos diputados de la unidad democrática. Para él sería preferible que se desgasten discutiendo entre ellos para lograr una posición común, a que se concentren en argumentar propuestas contra su gestión. Otros pueden pensar que es un primer paso para tratar de reavivar el extinto polo patriótico, basándose en los coqueteos con la Causa R y algunos diputados que le dejaron el pelero para formar parte de la unidad. De momento hay que acotar que toda rectificación es bienvenida mientras sea sincera y de corazón, lo cual solo va a saberse cuando las palabras bonitas vayan acompañadas de acciones que las respalden. Entre esas acciones pudieran esperarse un compromiso de respetar el debido proceso, detener las expropiaciones hasta ponerse al día con las indemnizaciones, cesar las persecuciones políticas, modificar los artículos de las leyes aprobadas que generen controversia, la elaboración de un marco jurídico que garantice el respeto a la propiedad privada o la creación de incentivos para que el sector privado participe en el desarrollo de las vastas zonas del país no habitadas hasta ahora. Sin esa coherencia entre las palabras y los hechos la invitación al diálogo no es más que una rendición para hablar bajo los términos del ejecutivo.
Retomando la rendición de cuentas, hay que resaltar ciertas cifras contradictorias con la realidad experimentada durante 2010, como el crecimiento en la producción de maíz cuando durante el año se experimentó escasez del producto final derivado de su cultivo (harina precocida). La lógica indica que si la producción aumenta debería aumentar la oferta de los productos derivados de esa materia prima o si la oferta se compone de una parte importada, algo pasó con la importación que hubo escasez del producto. Incluso pudiera especularse o hablarse de una deformación de la demanda a través de la sustitución del consumo de otros rubros como arroz, pastas y/o pan por la harina precocida y de allí que se presentara escasez de la misma. En todo caso esa deformación revelaría un deterioro del poder adquisitivo, de la calidad de la dieta diaria y de la calidad de vida del venezolano. Un comportamiento similar se observa en la producción de leche, a la cual se le reporta un crecimiento de 14% a pesar de que no se consigue leche en polvo desde hace como 4 meses, lo que genera dudas sobre la veracidad o precisión de las cifras suministradas, porque es difícil de aceptar el incremento en la producción de un rubro cuando falta en los anaqueles del comercio. Nuevamente hay que especular si se habrá reducido la importación (¿cual sería la causa falta de divisas?) y quien establece las políticas de cuanto importar, porque el efecto al final sobre el consumidor es la falta del producto y la sensación de que algo “raro” ocurre, porque si aumenta la producción no deberían de faltar recursos para importar la diferencia que debería ser cada vez menor, considerando el aumento de la producción. Hizo mención a otros rubros como soya, girasol supuestamente también en crecimiento a pesar de que el aceite vegetal para cocinar es uno de los “fugitivos” más buscados en los anaqueles de los supermercados. Hizo falta un análisis detallado e individual de las empresas expropiadas, que permitiera evaluar su funcionamiento y si han mejorado en comparación a cuando eran operadas por particulares. Solo hubo una mención general a la Marqueseña junto con la invitación a visitarla, que debería ser extendida para todas las empresas expropiadas, considerando que ahora son de todos los venezolanos y un comentario sobre las procesadoras de café que supuestamente tuvieron un crecimiento modesto, que no se corresponde con la reducción del espacio que ahora ocupan esos productos en los anaqueles y la escasez que se presentó durante el año. Quedará para la historia la anécdota, sobre la diferencia irónica entre el tiempo dedicado en publicidad a través de los medios audiovisuales a las empresas expropiadas y el poco detalle que ofreció el primer mandatario sobre su funcionamiento a la población venezolana que ahora es su copropietario. Finalmente, dos consideraciones; la primera sobre los sectores con problemas que provocaron el decrecimiento económico y a los cuales no se hizo mención, salvo que yo me haya quedado dormido durante la prolongada transmisión; la segunda relativa a la inflación y la reducción de la pobreza. Si se quería ser consecuente con la prédica del poder popular se ha debido informar a ese poder el diagnóstico de los sectores con problemas y los planes para reactivarlos, así como las necesidades de recursos financieros destinados para ello y las personas responsables por los mismos. En el segundo caso parece desacertado comparar la inflación revolucionaria con la última década de democracia, pues son políticas económicas distintas la actual de controles rígidos y aquella de libre mercado. En una economía controlada, la inflación no se corresponde con las expectativas de los participantes, sino que está sujeta al cumplimiento de las regulaciones so pena de cárcel y/o expropiación, mientras en el libre mercado se busca el equilibrio entre las fuerzas de la demanda y la oferta. Sin embargo, es llamativo que a pesar de los controles la inflación se mantiene “terca” alrededor del 30% ¿Cuánto sería sin controles? En lo concerniente a la reducción de la pobreza, hay que puntualizar que si bien es cierto que las misiones y programas sociales han mitigado el impacto sobre la clases excluídas, eso solo es un paño caliente porque no ataca la verdadera causa de la pobreza que es la falta de la capacitación técnica para ejercer un oficio, que permita ganarse el sustento con el sudor de la frente en lugar de ganárselo con la ronquera de la garganta por gritar consignas políticas. Es mentir descaradamente el anuncio de reducción de la pobreza, cuando el estado se echa encima la carga social pero no crea las oportunidades de inversión para generar empleos autosustentables en el tiempo, que verdaderamente permitan la liberación de las clases oprimidas y su progreso social. Basta mirar a Cuba que luego de 5 décadas los ha tenido que “destetar” porque no puede asumir ese gasto. Lo dice la sabiduría popular cuando veas las barbas canosas de tu maestro arder, no te afeites las tuyas, ponlas en remojo.

LAS PREGUNTAS: ¿Quién tiene más capacidad para identificar el comunismo, Fidel Castro con más de medio siglo de experiencia tratando de implementarlo en Cuba o los 4 “recién bañaos” que jalan mecate en el canal del estado? ¿La oferta de diálogo significará la cabal comprensión de la estrategia suicida de destrucción del capitalismo o es una raya más pal tigre? ¿Si el precio del barril petrolero se hubiera mantenido en el rango 7-20$ las transnacionales petroleras hubieran aceptado la subida de las regalías y los impuestos?

martes, 11 de enero de 2011

DILEMAS DEL COMUNISMO DEL SIGLO 21

El último tercio del año 2010 mostró un giro revolucionario claramente encaminado hacia el totalitarismo, ignorando la señal prohibiendo la vuelta en “U” o el devolverse hacia formas de gobierno autoritarias y personalistas. Esta conducta que de manera sutil pero sostenida venía exhibiendo la revolución comunista a partir de 2004, se ha hecho groseramente evidente en la medida que los revolucionarios han venido percibiendo el despertar de la población, ante un gobierno que se regodea en negar la voluntad popular. Cada vez que la revolución ha tenido un revés democrático ante las fuerzas democráticas de liberación, ha “inventado” alguna argucia o triquiñuela para salirle al paso. Así lo atestiguan la derrota de la reforma en 2007, la demolición de la alcaldía mayor de Caracas, la centralización de competencias en alcaldías y gobernaciones en la medida que fueron ganadas por la oposición, el cambio de leyes a su favor y finalmente una ley habilitante que hipoteca y trunca el deseo del pueblo que quiso darse un foro balanceado y ecuánime para legislarlo. La ley habilitante es la gota que derrama el vaso democrático de los venezolanos, porque contraviene el deseo expresado por la población de quitarle el cheque en blanco que le había entregado al ejecutivo en una asamblea unicolor y sumisa a su voluntad imperial, conformando una nueva correlación de fuerzas que lo obliga a buscar consensos para la aprobación de las leyes, despojándolo de las mayorías calificadas para tomar decisiones de manera unilateral. Argumentar que las habilitaciones del ejecutivo existen en nuestra constitución desde hace 70 o 80 años es agarrar el rábano por las hojas, porque el dilema fundamental para los venezolanos y el mundo, estriba en el desfase que ha producido la revolución comunista entre los períodos legislativos y los períodos del ejecutivo, al separar los eventos electorales extendiendo el período presidencial a 6 años. Al no coincidir los períodos se abrió la posibilidad a que las habilitaciones de una asamblea se superpongan a la siguiente, cosa que era imposible en la cuarta república cuando tenían duraciones iguales. En buen cristiano, durante la cuarta cuando un congreso acordaba una habilitante lo hacía comprometiendo su ejercicio, es decir delegaba sus poderes al ejecutivo para ejercer le función legislativa durante la vigencia de su ejercicio. El desfase mencionado ha provocado que la asamblea que regía el período 2005/2010, comprometiera las atribuciones de la asamblea 2011/2016 durante 18 meses, lo cual, a todas luces despoja a la nueva asamblea de su potestad para decidir su acuerdo o no con la delegación de funciones, así como la duración de la misma. De haberse mantenido la correlación de fuerzas vigente en la anterior asamblea no hubiera habido problema, porque su entrega a la voluntad del ejecutivo seguramente acordaría ratificar dicha habilitante; pero al cambiar esa correlación de fuerzas los partidarios del jefe de estado carecen de la fuerza necesaria para habilitarlo unilateralmente y requieren consenso de los factores que se oponen al comunismo del siglo 21. Es allí donde se traspasa el límite democrático y donde se crea el gran dilema internacional, porque aceptarlo sería abrir la puerta para que cualquier parlamento en el mundo se base en ese precedente para hacer lo mismo. El pasado reciente nos muestra como la maniobra constituyentista se fue copiando en distintos países, y como el parlamento argentino promovió una ley de medios con un parlamento agonizante que acababa de ser derrotado en las elecciones. Irónicamente, quienes se han promovido como defensores de la participación popular y el respeto a su voluntad, ignoran u olvidan sus discursos cuando comienzan a perder el fervor de la población y buscan aferrarse al poder a toda costa. Aquí es pertinente traer a colación aquel discurso del actual primer vicepresidente de la AN, donde aseveraba que sí a él le hubieran hecho lo que le hicieron a Ledezma se hubiera “molestado”, para recordar que la regla dorada de la convivencia indica no hacer a los demás lo que no te gustaría que te hiciesen a ti. Es casi una perogrullada pensar que sí la maniobra fuera al revés los que estuvieran con el llantén serían los rojos rojitos, pero el ejercicio del poder en forma absoluta y soberbia conduce a tolerar y hasta festejar ese tipo de acciones viles, bribonas y reñidas con la ética y moral de quienes se autodefinen como bolivarianos. El Padre de la Patria nunca hubiera prestado su nombre para semejante vagabundería, lo que coloca al gobierno en el dilema de contradecir sus raíces, negar o al menos poner en entredicho su esencia democrática irrespetando un poder institucional elegido por el poder originario. Esperemos que el primer mandatario no se ilegitime a si mismo sacando provecho de una acción indigna y desesperada como ésa, que el tiempo pudiera desenmascarar evidenciando el deseo de una habilitante del presidente luego del 26S, que se aprovechó de las coyunturas climáticas y los damnificados para tratar de justificarla.
La vida se ha venido encargando de dictarle lecciones de economía al presidente, la última de ellas es lo referente a los recursos escasos en relación a las necesidades de la gente. El caso Pudreval se trató de minimizar señalando que en Venezuela nadie pasaba hambre y las 130000 TM podridas no hacían falta. Pues bien, esos alimentos perdidos representan casi 1 TM de comida por damnificado, o lo que es lo mismo a la tasa de consumo estimada por el gobierno de 1.4 Kg /día per capita, alimento para 687 días para c/u de ellos. Ven como si era importante. Por el bien de todos los venezolanos espero que haya aprendido esa lección tan dolorosa y los responsables no sigan impunes.
Otro dilema que recorre las mentes de los venezolanos es lo referente a la imparcialidad y objetividad requeridas para gobernar el país, dado el grado de odio y rencor que se ha dejado colar en el discurso revolucionario en sus señalamientos a la cuarta república. Nada más que considerar la edad de los parlamentarios de oposición bastaría para comprender que cuando mucho serían adolescentes o tal vez ni habían nacido cuando ocurrieron esos hechos. Por lo tanto, si no tenían posiciones de poder en ese entonces, como endilgarles la responsabilidad por lo ocurrido sin caer en conductas motivadas por el odio y la irracionalidad. Señalar al diputado de Marquina con la aseveración de que su partido arrojó al hermano del presidente de la asamblea de un helicóptero, pasando por alto su edad, su nueva militancia y el momento en el cual se inscribió en ese partido, es un exabrupto como tropezarse con mi General en Jefe Mata Figueroa, mi General Benavides o el Mayor General González y enrostrarles que su fuerza armada arrojó del helicóptero a Víctor Soto Rojas, o si se quiere ser más actualizado acusarlos de que su fuerza armada quemó los soldados de Fuerte Mara. Generalizar el accionar de las organizaciones a todos sus miembros no es posible y no es un buen signo de la cordura y claridad de pensamiento que requiere el país de sus dirigentes. En toda agrupación de personas hay personas buenas y malas, en el transcurso de la vida se cometen errores y aciertos, lo importante es aprender de ellos y tener el coraje de rectificar. El mismo primer mandatario es una muestra viviente de ello, desde el 4F hasta la reconciliación con su mejor panita Santos, pasando por los sinsabores con Uribe y Alan García por nombrar algunos. Ahora, esa cualidad no es exclusiva y única en él, sino que puede ser ejercida por todos los seres humanos y dentro de ellos los venezolanos. En la bancada de oposición difícilmente se encuentran nombres vinculados a posiciones de poder del pasado o a quienes se les puedan atribuir decisiones reñidas con la legalidad y moral ciudadana; de encontrarlos lo sano es hacer la investigación respectiva y con pruebas irrefutables en mano acusarlos, pero acciones como las ejercidas contra los diputados con litigios pudieran ser más nocivas que positivas, considerando que las presuntas irregularidades no ocurrieron ayer y hasta el momento no han sido condenados. Al menos han pasado dos años o más desde que se les hicieron los señalamientos y da muy mal tufo que teniendo la revolución el poder judicial arrodillado no haya logrado condenarlos hasta la fecha. Nuevamente el odio en quienes se llaman seguidores de Cristo Redentor, ejemplo inigualable de perdón y de amor al prójimo, pone en duda la sinceridad y rectitud de su proceder. Lo aconsejable en esos casos es no doblar la justicia en aras de objetivos políticos, mientras que en los vinculados a la primera década democrática ayudaría revisar, sí entre los septuagenarios y octogenarios del país hay sobrevivientes de esas épocas nefastas (50 y 60, no olvidemos los señalamientos de tortura en la seguridad nacional) que hayan ejercido cargos de poder y confianza, como para arrojar luces sobre lo acaecido llevando tranquilidad y consuelo a los familiares al conocer la verdad y puntualizando las responsabilidades. Es factible pensar que en el ocaso de sus vidas sientan remordimientos y prefieran levantar el manto cómplice que oculta esa etapa de nuestra historia. Finalmente, vale la pena recordar el clamor nacional por la reconciliación de nuestro pueblo, entendiendo que una nación sembrada de odio y discordia nunca cosechará los frutos del bienestar; al contrario, culpará y responsabilizará inocentes en su sed de venganza propagando la espiral de odio y violencia que no conduce a nada bueno. El ejemplo del Redentor, que muchos dicen seguir, nos llama al perdón y la reconciliación para que con el aporte de todos, el país pueda avanzar.

LAS PREGUNTAS: En la cola para pagar la luz un chavista le increpa a un independiente: en América Latina no hay un presidente como Chávez y el otro le responde a la velocidad del rayo: obviamente, todos esos países están creciendo económicamente, no han devaluado en dos años consecutivos y tienen la inflación controlada.¿Quien tendrá la razón o la tendrán ambos?
¿A quién le dicen bolsillo roto? Pista: al que ha recibido sumas mil millonarias y siempre anda pelando.