domingo, 19 de julio de 2009

SINDICATOS A LA CARTA

Las masas trabajadoras de los distintos entes estadales deberían estar muy preocupadas en virtud de las palabras utilizadas por el ministro plateado ante los trabajadores petroleros en el Zulia. La gravedad de esa afirmación en público sin el menor asomo de vergüenza por el irrespeto y la burla que significa a los trabajadores, así como por la segregación y discriminación implícita en el contenido de las mismas al cerrar tajantemente las puertas a cualquier reunión con trabajadores de visión distinta a la suya, sin importar el apoyo que obtengan de las bases, no deja de ser premonitorio de conductas autoritarias y desconocedoras de la voluntad popular. En pocas palabras, su afirmación implica el beneplácito del oficialismo de contar con un sindicato patronal en la principal industria nacional, entendiéndose por patronal la subordinación a los designios del patrono. Cualquiera con mediana experiencia en las luchas laborales es capaz de entender que la corrupción moral, programática y social de los sindicatos viene de esa figura, mediante la cual los patronos se dedicaron a corromper los lideres sindicales a través del otorgamiento de prebendas y negociados bajo cuerda o debajo de la mesa para que se negaran o frenaran las aspiraciones de las masas laborales. Dado la degradación moral y el despilfarro ocurrido en los últimos casi 11 años en las autoridades revolucionarias, se puede fácilmente predecir las consecuencias que pudieran presentarse de darse las pretensiones oficialistas de controlar el sindicalismo en la empresa petrolera. Si ese escenario denigrante llegara a materializarse, los sindicatos actuarían en función de la línea que le bajaran del ejecutivo y se colocarían de espaldas al clamor de sus afiliados. Cualquier trabajador sabe a donde conduce un sindicato patronal y sumiso que solo busca “luchar” por los beneficios que el patrono considera convenientes sin importar las aspiraciones ni necesidades de los trabajadores. La rectificación que a posteriori emitiera el presidente de la empresa petrolera venezolana para justificar sus palabras, en la afirmación de que si Pdvsa es rojita por lógica su sindicato debe estar conformado por seguidores del chavismo y por tanto su expresión de solo reunirse con afectos al chavismo para discutir la convención colectiva es totalmente válida y expresión de la masa laboral petrolera, no hace sino confirmar la gravedad e imprudencia del comentario. Queda en evidencia que lo llamaron al botón, le dejaron las orejas rojas rojitas y tuvo que salir a capotear la situación. Da tristeza recordar que menos de 6 meses atrás se cerraba la campaña para enmendar la constitución bajo el lema del amor. Como recordar aquella oferta contrastante con las expresiones de odio acérrimo y visceral hacia un grupo de la población, así como el deseo de inspirar pavor, sin concluir que se trató de un engaño, un anzuelo que se le tiró al elector venezolano para lograr el objetivo de aprobar la propuesta oficialista de reelección indefinida. El mundo laboral nacional y especialmente el petrolero debe mirarse en ese espejo para no dejarse manipular por la demagogia zalamera y sentimental que persigue envolverlos tras el objetivo de entregar la autonomía de su sindicato y que luego seguramente lamentarán. Es pertinente preguntarse si durante la época de ingresos petroleros sin parangón en la vida nacional les han arrebatado los comisariatos, han tenido problemas con el HCM y la atención en clínicas, se les ha retrasado la discusión de la convención colectiva y se les han incumplido cláusulas del anterior contrato, que no estarán arriesgando entregándose en las manos de un sindicato patronal complaciente y sumiso al patrono estadal en períodos de menores ingresos. Así como nadie se imaginaba las medidas que se tomaron después de haber asegurado el derecho a reelección: expropiaciones, presión y persecución a empresas, amenazas de cierre de medios, terrorismo judicial contra la actividad privada, acoso jurídico para desmantelar las autoridades electas de la oposición, etc. Que no se atreverán a hacer si logran controlar el sindicato de la primera empresa del país? Si ahora presionan a los trabajadores para que acudan a subsanar sus problemas de salud al sistema de atención de barrio Adentro que no les impondrán si llegan a controlar el sindicato petrolero? Cada trabajador debe realizar un análisis profundo y agudo de los hechos acaecidos en los últimos 6 meses y de la forma como el gobierno ha ido arrollando a cualquier forma de pensamiento diferente o alternativo al razonamiento de la revolución bonita en la medida que se le han dado votos de confianza y apoyo en los distintos procesos electorales. Dice el refranero popular mas vale prevenir que lamentar, no levantar la barrera de contención ahora eligiendo un sindicato combativo y comprometido con los intereses y beneficios alcanzados por las convenciones colectivas anteriores, puede ser un error de graves consecuencias y efectos lamentables en el tiempo. No deben repetirse los errores del pasado reciente después de ojo sacado no vale Santa Lucía.

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