miércoles, 3 de junio de 2009

LOGICA O FICCION?

Hay situaciones que se han venido presentando en nuestra historia contemporánea y que bien por lo súbitas o bien por intereses particulares no hemos llegado a comprender que fue lo que realmente paso. Particularmente, voy a referirme a los sucesos de Abril de 2002 que culminaron con la salida de Miraflores del presidente Chávez, luego de enfrentamientos armados y el asesinato de decenas de ciudadanos. Cada una de las partes señala la otra como responsable de lo que sucedió, pero hasta ahora no hay un elemento definitivo que pueda ser esgrimido para clarificar que fue exactamente lo que paso y quien o quienes son los responsables de la muerte de esos inocentes que cayeron ese día mientras participaron en la defensa de su ideal de país. Hay un hecho que cobro protagonismo mientras lo sucedido estaba reciente y que con el tiempo ha ido cayendo en el olvido. Ese hecho fue la captura de unos francotiradores que luego fueron dejados en libertad. El grupo que asumió el poder una vez proclamada la renuncia del presidente dice que ellos los detuvieron y cuando el chavismo retoma el poder fueron soltados. Los oficialistas dicen que fueron los opositores al mando de los cuerpos de seguridad en esa breve transición los que los soltaron. En esos dimes y diretes se han pasado más de 7 años sin que sepamos que realmente ocurrió. Obviamente, el grupo que salio perdiendo en aquel entonces, entiéndase la oposición, al perder el poder no podía hacer nada pues había perdido el como; pero el chavismo al asumir nuevamente el gobierno, ha debido ir mas allá de la simple acusación de que los francotiradores fueron dejados en libertad por sus adversarios. Hay que preguntarse que puede haber impedido que si se habían dejado libres se libraran órdenes de captura nacional e internacionalmente, se pidiera la colaboración internacional y nacional, se elaboraran retratos hablados, para que quedara constancia de su versión de los hechos y se contribuyera a aclarar lo sucedido. Llama poderosamente la atención que en todo este tiempo no se haya buscado con afán conseguir ese testimonio tan importante para terminar de armar el rompecabezas de lo que realmente sucedió en esos días. El presidente reconoció que el había estado provocando a la gente del petróleo con la sustitución de Guaicaipuro Lameda por el fallecido Gastón Parra Luzardo y otras medidas que desencadenaron todo lo que se vivió entonces. Quien provoca espera alguna reacción y estratégicamente se prepara para controlar esa respuesta, lo cual no quiere decir que hayan planificado los francotiradores, sino que alguna medida tenía in pectore para solventar la reacción a la provocación sin perder el control del orden ciudadano y el poder. La contraparte se defiende tras el video grabado con antelación y la practica del mismo previa a la ocurrencia de los disparos, lo cual tampoco quiere decir que todo ese grupo de gente que salio a la calle y clamaba por la salida del presidente estuviera de acuerdo o al tanto de lo que ocurriría después. Lo que si puede afirmarse es que al dirigirse ese grupo de gente hacia Miraflores estaba pidiendo bien la rectificación de las medidas o bien la salida del presidente, de otra forma no se hubieran dirigido hacia allá. En conclusión, el testimonio y captura de los francotiradores es fundamental para entender que fue lo que sucedió y quien planifico que cosa y segundo el provocar a una masa de gente burlando su derecho a opinar y a participar en la definición del país que se quiere, condujo a que se desencadenaran hechos que han podido ser capitalizados por cualquiera de las partes en su beneficio. Esta última lección parece que no se ha aprendido cuando vemos que volvemos a transitar un camino muy similar a pesar de las voces de resistencia que continuamente exigen ser tomadas en cuenta y caprichosamente son ignoradas. A partir de allí, a la oposición se la califico y encasillo como golpista, metiendo a todo el grupo en un mismo saco olvidando que las autoridades de turno venían de dos golpes de estados sangrientos en el año 92 en los cuales no hubo apoyo popular, a pesar de que si existía un descontento con las medidas tomadas por el gobernante de la época. Sin embargo, estos últimos fueron perdonados luego de un corto lapso en la cárcel menor a 3 años y accedieron al poder por la vía de los votos. Irónicamente, aquellos permanecen con la etiqueta de golpistas a cuestas sin importar lo que hagan o las demostraciones de civismo que den. Que poco humano, poco ético y poco racional es que los beneficiarios de un indulto y de una nueva oportunidad para dirigir los destinos del país se nieguen a otorgar ese mismo trato a quienes se lo concedieron a ellos. Que poder de reflexión y rectificación existe en quien no es capaz de olvidar, de perdonar y dar una nueva oportunidad? Cuando a una sociedad se le cierran las puertas o válvulas de escapes para que pueda drenar su descontento, insatisfacción o desacuerdo con el gobernante de turno, se esta abriendo sin saberlo la puerta a salidas violentas y al margen de la ley. Si todas las acciones de protesta legal como marchas, recursos legales, amparos, interpretaciones de leyes, solicitudes de consulta popular son negadas, se esta colocando a un grupo del país, según las encuestas mayoritario en una olla de presión, la cual al no tener escape o aliviadero puede explotar. Por eso es que vemos que se retoma nuevamente el argumento del magnicidio como respuesta “creíble o vendible” al escenario creado: si no hay camino para los adversarios políticos a través de las instituciones y las mediciones reflejan perdida de popularidad y respaldo a las medidas que esta tomando el ejecutivo, que mejor manera de revertir la caída que recurrir al vinculo emocional sentimental? Por que se hace acompañado de la desaparición de la figura presidencial de los medios audiovisuales que tanto le gustan? Como una forma de generar la escena, el ambiente propicio para la trama del atentado, simular una ausencia temporal. Seguramente cualquier buen observador se preguntara por que si han ocurrido tantos intentos o se han develado tantos planes nunca hay pruebas concretas y contundentes? Si como se nos ha dicho, la información o los indicios eran sólidos por que no se fingió el protocolo de salida para asistir a la toma de posesión y se desviaban a cualquier base en Cuba u otro país, mientras se alertaba a las fuentes para que sorprendieran in fraganti a los presuntos asesinos? Anunciar que no se iba a asistir mas bien los puso sobre aviso para que abortaran el plan si es que lo había? Poca astucia y malicia de experimentados militares causa algo de duda y desconfianza. El objetivo es anular la amenaza o mantener una zozobra permanente de atentado?. Manteniendo el riesgo al no capturar o desmantelar al presunto grupo magnicida implicaría reducir las movilizaciones presidenciales porque el peligro sigue latente. Veremos cuanto aguanta “patica caliente” sin planificar algún viajecito…claro hay que esperar un tiempo prudencial para no ser tan evidente y que el “truco” del magnicidio no pierda efectividad.

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