martes, 18 de enero de 2011

¿QUIÉN ME LO EXPLICA?

La disertación del primer mandatario el sábado a duras penas se acercó a lo que puede llamarse una memoria y cuenta, lo cual no es raro sabiendo que dada su larga pasantía en el poder ha degenerado en hacer lo que a él le parece. Así ha venido cambiando cuanto nombre se le ocurre, cuanta ley existe, la forma de jurar y faltaba la forma de presentar su rendición de cuentas al país. El venezolano común esperaba que hubiera al menos un desglose de las partidas que componen el presupuesto pormenorizando como se invirtieron y que avances produjeron, junto con el detalle “milimétrico” de la administración de los recursos excedentarios al precio del barril petrolero (aproximadamente 33 $/barril). Adicionalmente, era esperado un balance de los diferentes sectores de la economía con su respectivo análisis de crecimiento o decrecimiento, así como las medidas para mejorar o mantener lo que marcha bien y para corregir o incentivar las áreas con problemas y su impacto en el corto plazo. Lamentablemente, más fue el tiempo dedicado a payasear tratando de arrancarle una sonrisa a la diputada María Corina y la bancada de oposición (solo faltó la canción infantil payasito saltarín de donde saliste tu) o relatando anécdotas del 2002, del 4F o de su vida en el ejercito, en vez de tratar de concentrarse en lo fundamental y sustancioso de una rendición de cuentas claras y transparente al pueblo. Sorpresivamente usó un tono conciliador durante toda la jornada y llamó al diálogo, contradiciendo el tono de los diputados de su tolda política en las primeras sesiones de la AN y las consignas de sus parciales de no volverán. Hecho realmente llamativo considerando que días atrás había hablado de un documento con las líneas estratégicas para el partido, que hacía suponer algún tipo de coordinación ejecutivo - PSUV pero que su discurso negó, pues mientras las diputadas Flores y Eckout se desbordaron en insultos y expresiones peyorativas hacia la bancada de oposición, el chivo de la campana trató de tender puentes y ofreció la mano de la concordia para establecer el diálogo. Es bien sabido que de palabra el Presidente ha hecho varios actos de arrepentimiento en estos largos 12 años, los cuales acompaña de su histrionismo con cara de cachorrito abandonado buscando casa, pero que no han sido acompañados de los hechos que se alineen con las palabras. Surgen las preguntas ¿fue un discurso para la diplomacia internacional? ¿Qué tono utilizará la próxima vez que hable con su partido, éste conciliador o el agresivo de siempre? Un ejercicio memorístico del acontecer reciente revelará que en anteriores ocasiones ha bajado el tono, pero los hechos han seguido en correspondencia con el discurso agresivo. ¿Qué pasará esta vez? Podría especularse que puede ser una maniobra para tratar de reventar la unidad opositora, generando la discusión de cómo reaccionar ante la propuesta y que se puso en evidencia en las diferentes respuestas de los distintos diputados de la unidad democrática. Para él sería preferible que se desgasten discutiendo entre ellos para lograr una posición común, a que se concentren en argumentar propuestas contra su gestión. Otros pueden pensar que es un primer paso para tratar de reavivar el extinto polo patriótico, basándose en los coqueteos con la Causa R y algunos diputados que le dejaron el pelero para formar parte de la unidad. De momento hay que acotar que toda rectificación es bienvenida mientras sea sincera y de corazón, lo cual solo va a saberse cuando las palabras bonitas vayan acompañadas de acciones que las respalden. Entre esas acciones pudieran esperarse un compromiso de respetar el debido proceso, detener las expropiaciones hasta ponerse al día con las indemnizaciones, cesar las persecuciones políticas, modificar los artículos de las leyes aprobadas que generen controversia, la elaboración de un marco jurídico que garantice el respeto a la propiedad privada o la creación de incentivos para que el sector privado participe en el desarrollo de las vastas zonas del país no habitadas hasta ahora. Sin esa coherencia entre las palabras y los hechos la invitación al diálogo no es más que una rendición para hablar bajo los términos del ejecutivo.
Retomando la rendición de cuentas, hay que resaltar ciertas cifras contradictorias con la realidad experimentada durante 2010, como el crecimiento en la producción de maíz cuando durante el año se experimentó escasez del producto final derivado de su cultivo (harina precocida). La lógica indica que si la producción aumenta debería aumentar la oferta de los productos derivados de esa materia prima o si la oferta se compone de una parte importada, algo pasó con la importación que hubo escasez del producto. Incluso pudiera especularse o hablarse de una deformación de la demanda a través de la sustitución del consumo de otros rubros como arroz, pastas y/o pan por la harina precocida y de allí que se presentara escasez de la misma. En todo caso esa deformación revelaría un deterioro del poder adquisitivo, de la calidad de la dieta diaria y de la calidad de vida del venezolano. Un comportamiento similar se observa en la producción de leche, a la cual se le reporta un crecimiento de 14% a pesar de que no se consigue leche en polvo desde hace como 4 meses, lo que genera dudas sobre la veracidad o precisión de las cifras suministradas, porque es difícil de aceptar el incremento en la producción de un rubro cuando falta en los anaqueles del comercio. Nuevamente hay que especular si se habrá reducido la importación (¿cual sería la causa falta de divisas?) y quien establece las políticas de cuanto importar, porque el efecto al final sobre el consumidor es la falta del producto y la sensación de que algo “raro” ocurre, porque si aumenta la producción no deberían de faltar recursos para importar la diferencia que debería ser cada vez menor, considerando el aumento de la producción. Hizo mención a otros rubros como soya, girasol supuestamente también en crecimiento a pesar de que el aceite vegetal para cocinar es uno de los “fugitivos” más buscados en los anaqueles de los supermercados. Hizo falta un análisis detallado e individual de las empresas expropiadas, que permitiera evaluar su funcionamiento y si han mejorado en comparación a cuando eran operadas por particulares. Solo hubo una mención general a la Marqueseña junto con la invitación a visitarla, que debería ser extendida para todas las empresas expropiadas, considerando que ahora son de todos los venezolanos y un comentario sobre las procesadoras de café que supuestamente tuvieron un crecimiento modesto, que no se corresponde con la reducción del espacio que ahora ocupan esos productos en los anaqueles y la escasez que se presentó durante el año. Quedará para la historia la anécdota, sobre la diferencia irónica entre el tiempo dedicado en publicidad a través de los medios audiovisuales a las empresas expropiadas y el poco detalle que ofreció el primer mandatario sobre su funcionamiento a la población venezolana que ahora es su copropietario. Finalmente, dos consideraciones; la primera sobre los sectores con problemas que provocaron el decrecimiento económico y a los cuales no se hizo mención, salvo que yo me haya quedado dormido durante la prolongada transmisión; la segunda relativa a la inflación y la reducción de la pobreza. Si se quería ser consecuente con la prédica del poder popular se ha debido informar a ese poder el diagnóstico de los sectores con problemas y los planes para reactivarlos, así como las necesidades de recursos financieros destinados para ello y las personas responsables por los mismos. En el segundo caso parece desacertado comparar la inflación revolucionaria con la última década de democracia, pues son políticas económicas distintas la actual de controles rígidos y aquella de libre mercado. En una economía controlada, la inflación no se corresponde con las expectativas de los participantes, sino que está sujeta al cumplimiento de las regulaciones so pena de cárcel y/o expropiación, mientras en el libre mercado se busca el equilibrio entre las fuerzas de la demanda y la oferta. Sin embargo, es llamativo que a pesar de los controles la inflación se mantiene “terca” alrededor del 30% ¿Cuánto sería sin controles? En lo concerniente a la reducción de la pobreza, hay que puntualizar que si bien es cierto que las misiones y programas sociales han mitigado el impacto sobre la clases excluídas, eso solo es un paño caliente porque no ataca la verdadera causa de la pobreza que es la falta de la capacitación técnica para ejercer un oficio, que permita ganarse el sustento con el sudor de la frente en lugar de ganárselo con la ronquera de la garganta por gritar consignas políticas. Es mentir descaradamente el anuncio de reducción de la pobreza, cuando el estado se echa encima la carga social pero no crea las oportunidades de inversión para generar empleos autosustentables en el tiempo, que verdaderamente permitan la liberación de las clases oprimidas y su progreso social. Basta mirar a Cuba que luego de 5 décadas los ha tenido que “destetar” porque no puede asumir ese gasto. Lo dice la sabiduría popular cuando veas las barbas canosas de tu maestro arder, no te afeites las tuyas, ponlas en remojo.

LAS PREGUNTAS: ¿Quién tiene más capacidad para identificar el comunismo, Fidel Castro con más de medio siglo de experiencia tratando de implementarlo en Cuba o los 4 “recién bañaos” que jalan mecate en el canal del estado? ¿La oferta de diálogo significará la cabal comprensión de la estrategia suicida de destrucción del capitalismo o es una raya más pal tigre? ¿Si el precio del barril petrolero se hubiera mantenido en el rango 7-20$ las transnacionales petroleras hubieran aceptado la subida de las regalías y los impuestos?

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