jueves, 3 de junio de 2010

SOBERANA SOBERBIA

Sentencia el refranero popular que no hay peor sordo que el que no quiere oír ni peor ciego que el que no quiere ver. No se necesita un sesudo analista ni la sabiduría de Salomón para darse cuenta luego de 11 años y un tercio, que el enfoque seleccionado para el desarrollo nacional es erróneo. Un buen líder debe tener al menos dos características fundamentales: la visión de hacia donde ir y la humildad para reconocer fracasos y rectificar el rumbo o hacerse a un lado, para dar paso a un proyecto más sólido y viable. El orgullo pertinaz y la soberbia exacerbada no son buenos consejeros para el líder y menos en la situación que actualmente atraviesa el país. La coyuntura nacional requiere más que nunca fomentar la confianza, el diálogo y el entendimiento entre las distintas fuerzas vivas del país, mediante un ejercicio de amplitud y tolerancia, que permita escucharse unos a otros para definir el modelo de nación que entusiasme y aglutine el mayor respaldo. Eso significa convocar a las organizaciones gremiales, las asociaciones profesionales, los partidos políticos, el empresariado, los sindicatos, las organizaciones no gubernamentales, autoridades regionales, las universidades y las FFAA. Dicha convocatoria debe ser sin sectarismos y sin tozudez ideológica para que la amplitud de puntos de vistas, de ideas y/o enfoques, permita conciliar un programa de desarrollo, de inversiones y de prioridades que posibiliten la existencia de todos, promuevan el bienestar colectivo y saquen provecho del potencial económico productivo de los recursos del país. Intentar imponer un modelo de manera sectaria, unilateral y en función de la confrontación social, es cada día menos viable y puede llevarnos a un derramamiento de sangre estéril e innecesario, que ninguna de las partes desea ni le conviene. Un líder que no es capaz de abstraerse del momento conflictivo para observar la situación de manera objetiva, calmada y cabeza fría, separando sus deseos y emotividad, permitiéndose valorar la situación de manera imparcial, no podrá llegar nunca a una solución válida y sostenible, lo cual lo descalifica como timonel. No es momento para aferrarse a planes e ideas que no han mostrado resultados en lo que va de revolución. Así como el PIB puede resultar engañoso como indicador, dándose casos perversos en los cuales se crece económicamente pero no hay mejora en la calidad de vida, sería sabio pensar que otros indicadores como la alfabetización, el índice de Gini o los niveles de pobreza, no llevan bienestar a la población sin crecimiento económico, y menos aún, si sus mejoras son debidas a políticas populistas como la distribución de alimentos subsidiados o la educación con marcado matiz ideológico. Lo recomendable es que la visión de desarrollo una vez conciliada entre los distintos actores, se lleve a referéndum para legitimarla y comprometer a todos en el esfuerzo de hacerla realidad.
Si el gobierno se niega a reconocer su incapacidad de crear confianza en los distintos agentes socioeconómicos y bloquea el dialogo constructivo y proactivo con ellos, obviando entender sus puntos de vista, negándose a ponerse los zapatos del otro para comprender sus posiciones y pareceres, nunca va a contar con el apoyo decisivo y fundamental de la masa crítica requerida. Considerar analogías como la existente entre el hielo y el poder adquisitivo de la moneda o el precio de la gasolina y la tasa de cambio, que han demostrado históricamente su pertinencia y que no deben ser pasadas por alto, serían de invaluable ayuda para arribar a posiciones y acuerdos ganar-ganar. El poder adquisitivo de la moneda está soportado en la salud económica del país, su transparencia en el uso de los recursos, la capacidad de generar riqueza y la coherencia de sus políticas. Si la moneda se comporta como una panela de hielo al sol y se va derritiendo con el tiempo por los efectos de una inflación alta, nadie va a querer mantener sus posiciones en esa moneda o ahorrar. Esa es una conducta lógica y propia de la naturaleza humana, hay que tratar de proteger lo que se ha ganado con esfuerzo y tesón. La solución es evitar el derretimiento de la moneda y para ello se requiere el concurso y acuerdo entre todos, en lugar de establecer precios por decreto o de manera inconsulta. La desconfianza que genera el incumplimiento en las metas de inflación, la poca idoneidad de las medidas para combatirla, el acoso y debilitamiento del sector productivo junto a la inestabilidad del negocio petrolero, son las razones principales del fracaso económico de la gestión rojita, aunque se quiera decir lo contrario mediante comparaciones interesadas. Comparar la gestión actual con la década del 90 justificando en la inestabilidad política del 2002 el recrudecimiento de la inflación, mientras se desconoce los efectos de esa misma inestabilidad política en el 92, es una interpretación subjetiva, malintencionada y parcializada, porque se trata de la misma situación pero con posiciones distintas. Cada bando ha estado tratando de ofrecer una mejor gestión de país, pensando que puede crear mayor desarrollo y bienestar que el otro. Desconocer que en los años 90 el ingreso petrolero a duras penas promedió los 20 $/barril y en los últimos once años ha sido 2.5 a 3 veces superior, dando un margen de maniobra mayor que se ha malbaratado en medidas populistas, también es tergiversar interesadamente el análisis para favorecer una parcialidad. No percibir la similitud entre las bolsas de comida y materiales de construcción que entregaba la 4ta república, con los operativos de entrega de alimentos subsidiados y la reparación de viviendas es engañarse a si mismo, pues solo se diferencian en que en el primer caso era una sola entrega y ahora es con mayor frecuencia, pero en ninguno de los dos casos se atacaba la causa de fondo: la carencia de un empleo con un ingreso suficiente que permitiera satisfacer las necesidades en forma autónoma, sin depender del gobierno que se aprovecha para sacar provecho político. La practica actual es menos evidente al ser continua en el tiempo, pero igual no libera ni potencia al pobre para salir de sus carencias y los resultados así lo demuestran (no en cuadros ni indicadores sino en la opinión de la gente que no quiere eso). Comparar una empresa recuperada con sus resultados cuando quebró o estaba parada es menospreciar la inteligencia del venezolano y el conocimiento que imparten las misiones. Así como no se puede comparar un carro con el motor fundido con un carro al que se le rectificó el motor, cada empresa debe compararse con el mejor momento de su historia que es el que refleja su potencial; no hacerlo es manipular deliberadamente para sacar provecho mediático y político. Lo que demuestra la productividad de una empresa es la presencia del producto en los anaqueles, producto que no se vende empresa que quiebra. Si se ha atacado a la clase adinerada como oligarca, apátrida y pitiyanqui y se atacado a la clase media trabajadora como imitadores del amo, explotados, etc. como quieren que compren sus productos? Solo a Tribilín se le ocurre ese chinazo. El caso de los contenedores de alimentos descompuestos es una repetición de lo que ha venido sucediendo con los principales problemas del país. Los medios de comunicación denuncian y alertan, pero el gobierno se mantiene sordo, soberbio y prepotente ignorando los señalamientos hasta que la situación le explota en la cara. Así pasó con la inseguridad que era una matriz de opinión o una sensación y terminaron ideando un plan para combatirla luego de centenares de miles de víctimas; así pasó con la inflación y la devaluación de la moneda, así ha ocurrido con el desempleo y ahora no hayan que hacer con los graduandos de las misiones para ponerlos a trabajar; así ocurrió con la crisis eléctrica, para luego correr como gallina chiquita cuando el gallo la procura para tratar de solventarla. Con la economía no se juega ni se improvisa, la analogía del precio de la gasolina y la tasa cambiaria viene como anillo al dedo para ilustrarlo. Todos sabemos que el precio del combustible es artificial y no cubre sus costos de producción, sin embargo, se ha mantenido invariable en los 11 años rojitos. Los hechos de 2002 pusieron en evidencia que si se altera la oferta o se exacerba la demanda, la gente estaba dispuesta a pagar 5 y hasta 8 Bs. por litro con tal de equiparse o no hacer las colas. Con la tasa cambiaria pasa igualito, si no hay una oferta suficiente la gente está dispuesta a pagar lo que sea para cumplir sus compromisos o protegerse de la inflación y la devaluación. Si adicionalmente, se exacerba la demanda con políticas que crean desconfianza como la persecución al sector privado, el gasto público populista, la debilidad de la economía internacional y el precio petrolero, se generan dudas e incredulidad sobre la capacidad gubernamental para sostener esa tasa en el tiempo. Por que fue posible mantener el precio de la gasolina? Porque se obtiene del crudo que brota del subsuelo, existen reservas probadas y la demanda cuando mucho es diaria en los profesionales del volante, para otros es semanal e incluso hasta quincenal, sin contar los que no tienen vehículo. Con la moneda es distinto porque todo aquel que sabe que en los primeros 4 meses del año la inflación rebasó el 11% asume que la meta de inflación del gobierno es irreal y busca proteger su poder adquisitivo en una moneda dura. Los márgenes de comercialización de 10% en las EPS que se pregonan en cadenas de radio y televisión no compensan el efecto inflacionario, por tanto se trabaja a perdida, lo cual, reduce la liquidez y solvencia de las finanzas públicas, generando un ciclo perverso de desconfianza y pánico en los actores económicos que buscan refugio en la divisa extranjera. Eso sin contar las ineficiencias como usar 50% de la capacidad instalada pero trabajar 3 turnos o 24 horas; una operación eficiente utilizaría solo doce (12) horas, es decir, un turno con sobretiempo. Genera menos empleo pero es rentable. Si la tasa pasiva de los bancos es negativa (inferior a la inflación) la gente entiende que no tiene sentido ahorrar en esas condiciones y maniobra para deshacerse del hielo que se derrite en su mano. Tildar esa conducta de apátrida es carecer de la visión para detectar que más apátrida es aquel incapaz de crear condiciones que respalden y apuntalen su economía y su moneda o que fomenta la producción en el exterior perjudicando al productor nacional. Los ejemplos en Suramérica en el pasado reciente así lo atestiguan, países con inflaciones de centenas y hasta mil por ciento salieron de ese flagelo sin eliminar ni perseguir al sector privado; pero si hubo un gran entendimiento nacional sin dogmatismos ni imposiciones y un gran compromiso del gobierno de turno para manejar los dineros de manera sobria. Los mismos manejos discriminatorios que contradicen la prédica de la igualdad y la búsqueda de la sociedad de los iguales, son evidenciados por cualquier trabajador consciente, responsable y honesto, que percibe y atestigua en sus lugares de trabajo que todas las empresas mantienen y necesitan un inventario, por tanto, puede corroborar el trato preferente a los canales socialistas cuando exhiben inventarios en sus depósitos y almacenes durante las cadenas oficialistas, mientras al sector privado se le decomisan y fiscalizan a diario. Sin embargo, los productos del sector privado se ven en los anaqueles del comercio y los oficialistas no. El colmo fue aquella empresa de atún (Festun) con tres (3) meses de inventario y nadie habló de acaparamiento o especulación para que subiera el precio. Mas colmo aún, es que las redes mercal, éxito y pdval vendan productos de POLAR mientras el gobierno se ensaña en desprestigiarla y desacreditarla a través de su poder mediático. Es el momento de fumar la pipa de la paz y el entendimiento, los que no estén dispuestos que se hagan a un lado y cedan el puesto a los que tienen la disposición de hacerlo. La lealtad y el compromiso son con el país, no con ninguna individualidad o ideología,

Toque de humor: Esteban lloró a Mockus tendido al escuchar el resultado.
Que le dijo Juan Manuel a Esteban? Hombre, suénese los Mockus que hombre llorando es muy feo…sea varón vea

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