lunes, 9 de noviembre de 2009

TIPS PARA LA UNIDAD

Para que el esfuerzo unitario sea efectivo se requiere de amplitud y receptividad, tolerancia y autocrítica, visión holística y objetividad, coraje y conciencia del momento que se vive y la oportunidad que se presenta. Vivimos una realidad que muestra al país dividido en tres toletes desiguales, siendo el mayor de ellos, el que representa a los independientes o grupos sin militancia política. Este bloque de ciudadanos al no identificarse con el chavismo demuestra su rechazo hacia esa tendencia y al no ubicarse en los partidos políticos expresa su desacuerdo con la falta de definición y creación de propuestas que han tenido los mismos en los últimos años. Para el chavismo luce cuesta arriba, por no decir imposible, ganar apoyo en ese grupo de electores porque su obra de gobierno no ha satisfecho sus expectativas. No hay coincidencia entre las aspiraciones del grupo y la dirección que lleva el socialismo petrolero. Para la alternativa democrática por el contrario, se abre una gran oportunidad de reflexionar, reinventarse y reorientarse con un enfoque mas humano, sensible a las necesidades y problemas de la población e impregnada de prácticas administrativas transparentes, eficientes y honestas. Este enfoque colectivo del país eliminando barreras y divisiones, regido por principios básicos de la humanidad que establecen la imposibilidad de hacer bien al colectivo mediante el prejuicio o destrucción de algunos, es una garantía de la inclusión y el progreso en conjunto de los miembros de la nación. Es necesario la amplitud de ideas y la flexibilidad de pensamiento para analizar los distintos puntos de vista sobre el país posible: congruentes, divergentes incluso hasta contrarios a los paradigmas mas arraigados, para mediante la valoración de las ventajas y desventajas de cada uno alcanzar posiciones de confluencia, aceptación y receptividad de las decisiones y planteamientos. Hay que ser tolerantes para poder evaluar las diferencias con frialdad, no segregar a nadie ni negar ninguna posición a priori sin el debido razonamiento de la pertinencia o conveniencia que puedan tener. Incluso permitir a cada partido ir con su tarjeta y que sus militantes y simpatizantes los acompañen mientras los independientes pueden crear una tarjeta unica para ellos para que no se sientan obligados a votar por partidos que no les inspiran confianza, es una buena muestra de amplitud y tolerancia donde cada cual obtiene lo que quiere y se logra el objetivo de la pancha común para todos. Hay que abrir la mente a la crítica y fomentar la autocrítica para detectar y reconocer las fallas y errores del pasado, aprender de ellos para generar cursos de acción más acertados y asertivos. Las críticas y análisis deben ser objetivos, hay que desprenderse de la subjetividad que acompaña a esos procesos, para asumir posiciones en que prevalezca el interés nacional y colectivo por encima de las parcialidades e individualidades. Este comportamiento es favorecido si hay visión holística de la situación nacional, si prevalece la totalidad o bien colectivo como meta fundamental sobre los intereses mezquinos y/o secundarios de las partes. Debe orientarse la propuesta a la satisfacción de los problemas que agobian a la población dando prioridad a los más débiles y desasistidos, creando oportunidades de formación y capacitación que les permitan ser competitivos y aspirar a un futuro de progreso y bienestar para sus familias en el corto y mediano plazo. Solo la objetividad en las evaluaciones posibilita el reconocimiento de las carencias de cada quien y la identificación de las propuestas más idóneas vengan de donde vengan y estén donde estén. Finalmente, hay que tener coraje y conciencia de la situación para aceptar la idoneidad de los mejores, hay que tener valor para entender que quizás el momento pasó para algunos líderes y deben dar paso a liderazgos más consustanciados con la problemática de las comunidades. Hay que derrochar coraje para que las figuras emergentes depongan sus aspiraciones en función de incorporar experiencia y habilidad si eso es lo más conveniente para el éxito de la alternativa de cambio. Hay que tener coraje para tomar conciencia de la situación que vive el país, que ofrece una gran oportunidad para la reconciliación y encaminarnos hacia el progreso, pero al igual que en el deporte, tener tres en bases sin out no garantiza que se va a anotar y el cobrar un penalty tampoco garantiza que habrá gol. Hay una gran oportunidad abierta en el horizonte pero solo la ejecución de la estrategia correcta determinará el triunfo. No es momento de pantallar, ni de vacilar; es momento de sacrificio y desprendimiento para aceptar roles secundarios o ceder posiciones en beneficio de todos. Más importante que protagonizar o jugar papeles estelares es participar todos juntos aportando cada quien su granito de arena para materializar la opción de país que queremos para nosotros y nuestros hijos.

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