sábado, 12 de septiembre de 2009

EL ROJO DE LA VERGÜENZA

Vestidos con franela blanca y de manera pacifista salieron los ciudadanos nuevamente a la protesta por sus derechos y la exigencia del cumplimiento de las ofertas de cambio que reiteradamente se han hecho en forma demagógica pero no terminan de materializarse para satisfacción de la sociedad. Con actitud de no agresión y sin incidentes que lamentar se efectuó la jornada cívica en la cual los ciudadanos recuperaron su protagonismo y expresaron claramente su posición en relación a los atropellos paralegales que están acometiendo las autoridades en su desesperación y miedo ante la poca eficacia de sus políticas. No se cayó en provocaciones ni en trampas cazabobos, dejando demostrado que las fuerzas disidentes aprenden con rapidez y asimilan las tácticas del oficialismo. Era más que evidente que el deseo de los usurpadores de la voluntad popular era dejar la marcha sola para que cualquier incidente sirviera para satanizarlos y criminalizarlos. Incluso los mismos señalamientos de que la Pza. Venezuela estaba recién remodelada pero la habían dejado en la ruta solicitada por los manifestantes, era una forma velada de ofrecer o provocar el ataque a un objetivo que afortunadamente las fuerzas críticas y pensantes no acogieron. Mientras tanto en la otra acera los defensores de la opresión y el autoritarismo optaron esta vez por dejar llegar la marcha al sitio solicitado, quizás por la presión de observación internacional o quizás por el resultado adverso que los hechos de abuso de poder y segregación provocan en la ciudadanía, incrementando la participación y el repudio en lugar de fomentar el miedo y la resignación. La desfachatez llega al clima cuando salen declarando con gran cinismo que obtuvieron una victoria al traer a los manifestantes al marco constitucional y a la protesta pacifica y ordenada; debe ser contagiosa la vena dramática y actoral que los satélites viendo su astro rey debutar en la alfombra roja han tratado de demostrar que ellos también poseen talento histriónico. Quien trajo a quien al marco constitucional? Los que usan gases tóxicos e infiltran provocadores y gente con armas de fuego y actitud violenta o los que aguantando estoicamente la represión desmedida se han ido ganando el respeto y apoyo de los ciudadanos. Será especular mucho pensar en alguna clase de insubordinación rechazando agredir gente indefensa y pacífica solo por pensar diferente y creer que un país mejor es posible.
Tradicionalmente los defensores del pensamiento único y el autoritarismo se han vestido de rojo, un color que se asocia al rubor, bochorno, la pena y la vergüenza. Cuando alguien es sorprendido haciendo algo que no quiere que se sepa se pone rojo, cuando alguien es sorprendido haciendo algo indebido se pone rojo. Cuando a alguien le recuerdan algo comprometedor o vergonzoso se pone rojo, cuando alguien es puesto en ridículo se pone rojo, cuando alguien hace algo malo o demuestra su ignorancia, falta de pericia o conocimiento se pone rojo. El que no cumple lo que ofrece siente pena y se pone rojo. Cual será el motivo por el que los que renuncian a pensar se visten de rojo. Será acaso que hay vergüenza al comprobar que luego de mas de 10 años en el poder no se han logrado satisfacer las expectativas de cambio ofrecidas en el 98 o será que hay pena y oprobio viendo que se malgastan y distraen los recursos de la nación sin que nadie tenga los pantalones para abrir investigaciones y sancionar los culpables o tendrá que ver con lo bochornoso de ver la corrupción y descomposición moral de un pueblo que no respeta la vida, lo ajeno ni la ley. Debe dar vergüenza ver a un pueblo imitando los ejemplos de la autoridad, que irrespeta a la propiedad mediante expropiaciones de tierras y empresas. Que impide que los habitantes “expropien” una cartera, un reloj, el teléfono celular, un carro, los ahorros o el salario si según sus líderes eso es un acto de justicia: quitarle al que tiene para darle al que no tiene. Igualmente debe ser profundamente embarazoso pregonar públicamente que se han adquirido unos coheticos con alcance de 300 Km. para defender la nación del imperio que posee misiles con alcance de 6000 Km. o más. 300 Km. es algo así como lanzar el cohete de Fuerte Tiuna hasta Barquisimeto o del mismo sitio hasta Pto. La Cruz o de la capital del país a Calabozo, El Sombrero o El Baúl. O será que se está pensando en atacar a los venezolanos mismos. De cualquier manera, una revolución no puede dejar de ruborizarse viendo que a pesar de sus misiones educativas basadas en el amor y su defensa a ultranza del ser humano como centro de atención del ejecutivo, los valores universales y mas elementales a cualquier sociedad, entiéndase la vida, la libertad y el respeto no son compartidos por los ciudadanos que dice formar. La situación es tan oprobiosa que quien se promocionaba bajo la libre opinión y protesta, quien condenaba al soldado que volviera las armas contra sus ciudadanos se ha visto irónicamente obligado a recurrir a la violencia, la represión y la siembra del miedo y el terror como forma de contener la protesta cívica que se le viene encima. Tener que recurrir, ante el frío resultado de la reunión de Unasur, a una gira por los países dictatoriales y autoritarios que han combatido al imperio con el terrorismo, para decir mira quienes son mis amigos y aliados en caso de que te metas conmigo o la visita a África para azuzar las percepciones de amenaza del imperio y buscar una posición mas contundente frente a las bases en Colombia en la reunión a fin de mes, demuestran debilidad, miedo e incapacidad. Finalmente, la realidad y el tiempo son jueces inexorables que ponen al descubierto todos los días el fracaso de una gestión que luego de mas de 10 años manejando grandes recursos, dominando las instituciones y poderes y de un amplio respaldo popular no ha logrado concretar en soluciones las expectativas que despertó en la población, limitándose a recrear un fraude de populismo que cada día menos gente acepta. Cualquiera se pondría rojo rojito de la vergüenza.

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