viernes, 15 de octubre de 2010

ENGAÑANDO INCAUTOS

Los acontecimientos del 26S han provocado lamentables decisiones en la cúpula del gobierno en un intento por aparentar que dicho resultado no los afectó. La soberbia del poder ha llevado al líder revolucionario a ignorar y tergiversar el mensaje que puede extraerse de ellos, asumiendo que debe profundizar el transito al comunismo debido al mayor número de diputados que obtuvo, gracias a la maniobra de modificar la ley electoral de acuerdo a sus conveniencias. Esa mala lectura del resultado no solo va a tener costosas consecuencias desde el punto de vista económico, sino desde el punto de vista político electoral en los eventos a realizarse en el futuro cercano. A manera de analogía imaginemos que en una reunión de venezolanos se les ofrece cigarrillos a la concurrencia y una cantidad ligeramente superior a la mitad dice que no quiere fumar, pero el anfitrión ignora ese rechazo e insiste ofreciendo la misma alternativa ya mencionada. No se necesita haber nacido en Atenas ni en Sabaneta de Barinas, para entender que esa decisión acentuará el rechazo porque se está obviando el resultado de la consulta o reunión de venezolanos. Considere ahora que la cúpula revolucionaria decide bajar los precios de los cigarrillos para hacer la oferta más palatable a los venezolanos, eso aumentará la cantidad de INCAUTOS que pudieran aceptarla o sentirse propensos a aceptarla. Si clarificamos la analogía definiendo la reunión como las elecciones del 26S, los cigarrillos como la oferta comunista y las opiniones a favor y en contra de fumar como las alternativas políticas de la nación, se hace evidente la táctica revolucionaria de endulzar el comunismo o darle sabor agradable artificialmente, mediante la reducción de precios. La reducción de precios per se no es mala, al contrario sería muy conveniente dado el ambiente inflacionario que vive Venezuela. Lo malo estriba en una reducción de precios artificial, no basada en innovaciones o mejoras en la eficiencia y la productividad, sino en la demagogia de quien pretende aferrarse al poder a como de lugar. En ese sentido van articuladas las medidas de expropiaciones recientemente ejecutadas y que van dirigidas al sector más sensible para la población como son los alimentos. Por supuesto, todo acompañado de la retórica del capitalismo salvaje y la explotación de los oprimidos, mientras el gobierno se disfraza de Robin Hood pretendiendo ser el defensor de los pobres. Luego de casi 12 años escuchando ese cuento, surgen muchas dudas y preguntas que ningún líder revolucionario se ha dignado aclarar; por ejemplo ¿por qué se habla de precio justo pero nunca se muestra la estructura de costos que lo soporte o posibilite? O ¿por qué si se han expropiado más de 700 propiedades tan sólo han mencionado 4 que aportan al erario público? Hasta el momento solo el BV, Inlandes, CANTV y BAP han sido mencionadas como que generaron dividendos para la nación (presunta utilidad pública), lo cual es un porcentaje muy bajo del total de propiedades expropiadas, 0.57%. Irónicamente, ninguna de las empresas creadas por la revolución ha sido mencionada como que realiza aportes al ingreso nacional, lo que lleva a asociar la ola expropiadora oficialista, con la necesidad de ponerse en empresas privadas rentables que compensen los fiascos creados por la revolución. Esa estrategia saca provecho de la manipulación de las necesidades del venezolano, presentando al gobierno como el héroe que busca satisfacerlas cuando en realidad convive con los problemas sin solucionarlos; quizás por eso, ha sido tan negligente y lerdo en controlar la inflación cuando la gran mayoría de los países del continente la mantienen por debajo del 5% anual. Mientras no rinda el salario el gobierno puede posicionarse como el “mecenas” que le brinda los productos y servicios elementales a un “precio justo”, a cambio de la preferencia política o atornillamiento en el poder. Por esos caminos de entregar todos los recursos y poderes Para Solamente Un Vivo, la población excluída se cierra las puertas al progreso sacrificando las bondades de la diversidad, el consenso, la complementariedad entre opiniones y el trabajo conjunto. La solución no es excluir al sector privado de la economía nacional, la solución pasa por reflexionar y entender los errores que se han venido cometiendo, para articular y proponer un modelo de desarrollo donde las mentes más esclarecidas del país identifiquen los recursos naturales de la nación y los procesos de transformación requeridos para agregar valor a esos recursos, de manera de implantar y fomentar actividades que multipliquen la riqueza, permitiendo mejorar la calidad de vida de la población de manera equitativa, sostenida y sostenible en el tiempo. Por ahora, la actitud hegemónica del Partido Sectario Ultra Violento, solo ha conseguido apartar del proceso revolucionario a sus colaboradores más capacitados, entiéndase PPT, quienes se han percatado de la naturaleza populista y demagógica de las medidas del ejecutivo con el objetivo de perpetuarse en el poder. Sin embargo, el mandamás del gobierno persiste en su actitud soberbia al no interpretar esas rupturas como llamados a la reflexión, sino como traiciones y pretender que acelerando su proyecto de sometimiento y sumisión del país a su voluntad indiscutible, puede recuperarse de los estrepitosos fracasos sufridos el 26S. Nada más apartado de la realidad y nada más apropiado para poner en evidencia las distorsiones del chavismo en el éxtasis de la soberbia, pretendiendo que puede reeditar el polo patriótico con la sola convocatoria, desconociendo que quienes se han apartado lo han hecho porque no ven sentido autocrítico ni de rectificación ante los clamores de la población insatisfecha con la dirección del ejecutivo. Esta sordera política cuestiona fuertemente el contenido ético de la revolución y su honestidad, mostrando una faceta maquiavélica donde importa más el fin de concentrar el poder que los medios para lograrlo. Los mismos diputados del Psuv deben sacudirse el servilismo y la adulancia, sí la inteligencia les da para entender el rechazo a su reelección dentro del partido y de varios de ellos en las parlamentarias. Los siguientes tres ejemplos así lo atestiguan: número de votos por diputado electo en ambos bandos, caso Agroisleña y estadísticas del INE. En el primero de los casos, la simple comparación del número de votos requeridos por cada una de las alianzas para elegir un diputado pone de manifiesto “algo irregular”: cerca de 81538 votos por diputado de la mesa de la unidad democrática versus aproximadamente 55102 votos requeridos en promedio por diputado electo de la alianza pro Psuv. Un método justo y equilibrado no debería arrojar una diferencia tan grande entre ellos, es decir la equivalencia en votos determina que por cada voto chavista se necesitaba casi 1.5 votos de la alternativa democrática para lograr el cometido de elegir un diputado. Un procedimiento tan perverso para desdibujar la voluntad popular no ocurre aleatoriamente y seguramente fue diseñado ex profeso por mentes educadas en la matemática y la estadística, para sacar provecho político de ello. Lo cual no es ni ético ni pulcro, mucho menos apegado a justicia, considerando que si se distribuye el padrón electoral autorizado para votar el 26S entre el número de cargos a elegir, arroja un promedio de 96970 votos por cargo, lo que es mucho más cercano a lo empleado por la mesa de la unidad y muy distante de lo utilizado Para Someter Utópicamente a Venezuela (1.19 veces lo requerido en promedio por candidato de la MUD vs 1.76 veces lo requerido en promedio para el PSUV). El caso de la expropiación de Agroisleña, que el mismo ejecutivo ha reconocido que venía estudiando por años, evidencia la inmoralidad de la manipulación de la opinión pública al esperar pasar las elecciones para tomar la medida, evitando cualquier “efecto colateral” y que en la práctica se traduce en un salvoconducto para burlar la voluntad popular. Basta preguntarse ¿cuántos votos hubieran perdido si tomaban la medida antes? Ni que decir sobre los trabajadores de la empresa de transporte Olaca, sí luego de años de estudios de Agroisleña no saben que van a hacer con ellos. Otro aspecto digno de considerar en este caso son las cifras suministradas por un directivo de Confagan, durante una entrevista en Televen. Según él, durante la revolución la superficie sembrada pasó de 700000 Has. a casi 2000000 de Has. eso en números redondos es casi el triple, sin embargo, hay que acotar que durante ese mismo período las importaciones de alimentos casi se triplicaron, pasando de 3.5 millardos de dólares a casi 10.5 millardos de dólares, según Giordani y para rematar se le pudrieron en los containers más de 150 mil TM de alimentos, dejando claro que no hay autoridad moral para soportar la expropiación ni para atribuirse el monopolio agropecuario del país. El caso referente a las estadísticas del INE viene como anillo al dedo, porque es un argumento más de cómo las mismas cifras del ejecutivo, contribuyen a generar dudas por las inconsistencias o incongruencias que dejan traslucir. El mismo director del Instituto señaló que durante el gobierno revolucionario se han creado alrededor de 3200000 nuevos empleos, lo cual arroja un promedio anual de casi 320000 nuevos empleos, cifra halagüeña y agradable al oído pero que no soporta el escrutinio del razonamiento mandado por Simón Rodríguez, de contrastar las cifras con los hechos. Esa cifra apenas se equipara al número de nuevos aspirantes que se incorporan al mercado laboral cada año,¿Cómo pudo entonces reducirse el desempleo de 15.6% hasta 9% durante la década chavista? Es lógico afirmar que si solo se han creado empleos para compensar el crecimiento vegetativo de la población activa, la tasa de desempleo se habría mantenido a lo largo del tiempo. Esa confusión y poca transparencia en las comunicaciones oficiales luego de casi 12 años en el poder, es la semilla de las dudas y sospechas sobre la verdad de la revolución bonita. Esas contradicciones están presentes en todas sus propuestas, por ejemplo, que va a pasar con los egresados de las misiones educativas. ¿Dónde van a trabajar si el gobierno no crea empresas ni promueve su creación? A ojo de buen cubero el gobierno parece estar en un circulo vicioso que se estrangula a si mismo. Finalmente, el lector debe pensar por un momento cual versión es más creíble, la del ejecutivo que habla de que no subsidia a sus redes de distribución de productos, inunda los medios de comunicación con publicidad “gratuita” de sus empresas, proclama records de recaudación del IVA, pero tiene incumplimientos presupuestarios con instituciones educativas, convenciones colectivas atrasadas, obras paradas y alta inflación; o el asumir que está haciendo malabarismos y prestidigitaciones con el presupuesto para mantener a flote unas áreas mientras se atrasa en las otras, dado el ínfimo número de empresas que aportan dividendos al estado, el endeudamiento progresivo de Pdvsa para financiar sus operaciones y el eufemismo de “gasto social” para hacer proselitismo político, sin eliminar la raíz medular de los problemas: la falta de empleos productivos autosustentables en el tiempo

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