jueves, 28 de octubre de 2010

COSAS QUE NO SE DICEN

El ser humano presenta conductas en las cuales pudiera decirse que se “maquilla” a si mismo, para no quedar mal ante situaciones que lo ponen en entredicho. De esa manera, usted podrá observar en su propia conducta o en el comportamiento de sus allegados, que cuando algo nos/los compromete tendemos/tienden a omitirlo, adornarlo o quitarle relevancia. El primer mandatario no escapa a ese mecanismo de defensa de la especie humana y así observamos, que generaliza cuando habla de los costos de producción de los productos socialistas usando el término “precio justo”, evitando dar detalles de la composición del costo del producto, que permitan las comparaciones o validaciones. Cualquier venezolano formado bajo el pensamiento del Libertador y su maestro Simón Rodríguez, tiene que preguntarse ¿por qué razón oculta el comunismo del siglo 21 escoge el camino tan difícil de la información superficial o general, en vez de utilizar el detalle para convencer de las bondades su ideología? Tan sencillo y tan coherente con su predica de educación y comunicación hacia el ciudadano, que sería divulgar el costo de producción de los productos, desglosarlo en sus distintos componentes y explicar el costo de operación de las fábricas que debe distribuirse a cada uno de ellos, para tener una empresa sana financiera y económicamente. Además de educativo e ilustrativo, sería la forma más fácil y transparente de ganar apoyo hacia su propuesta comunista, permitiendo la comparación de costos entre las empresas y la participación del que quiera para corroborar o validar los valores presentados por cualquiera de las partes (entiéndase sector privado y sectores comunistas). Uno no puede dejar de preguntarse que motivo oscuro lleva a ocultar y complicar lo que es tan simple y rutinario de hacer para una empresa, como la determinación de sus costos de funcionamiento. Al contrario, sí los comunistas tienen resultados tan buenos que les permiten bajar los precios en 40% o más ¿por qué no cacarearlos al mundo y a los 4 vientos en forma detallada y descriptiva para no dejar lugar a dudas? Incluso, contribuiría a despejar las dudas que tiene la mayoría de la población sobre las razones del endeudamiento de Pdvsa, algo incomprensible sí goza de un margen de ganancia cercano al 600% y el resto de las empresas comunistas lo hacen tan bien, que pueden reducir los precios de sus productos casi a la mitad sin ser subsidiadas o generar pérdidas. Quizás la respuesta viene dada por la forma como el canciller le responde al presidente en Bielorrusia, sobre el costo de los apartamentos que estaban viendo y que oscilaban entre 42000$ y 55000$, arrojando un promedio de 750$ el m2. El canciller estimó que un apartamento de esos debería costar como 100000 Bsf, lo cual no cuadra pero ni a la tasa del dólar preferencial de 2.6 Bsf/$, (42000$ x 2.6 bsf/$=109200 Bsf), y a eso habría que agregar los gastos de traslado, alojamiento, traductor y viáticos del personal bielorruso que se traiga para entrenamiento o supervisión, asumiendo que no hubiera gastos adicionales de acometidas eléctricas, vialidad, aguas blancas y servidas, etc. Cualquiera como ejercicio puede repetir el mismo cálculo para las otras tasas de cambio 4.30 bsf/$ o 5.3 bsf/$ y obtendrá valores del costo del apartamento entre 180600 Bsf a 222600 Bsf para el más pequeño. Por su parte el apartamento más grandecito oscilaría de 143000 Bsf a 291500 Bsf, dependiendo de la tasa de cambio usada. La pregunta que queda en el aire es ¿Cómo puede confiarse en el ejecutivo cuando dice que no subsidia sus planes sociales? ¿Será de esa misma forma que calculan los costos para establecer los “precios justos”? Muchos inocentes persuadidos del discurso comunista de la especulación capitalista se preguntarán y entonces ¿como lo hacen? Muy sencillo basta recordar el comodín excedente sobre el precio del barril establecido en el presupuesto y que este año monta a 30$/barril mínimo. Ese comodín le permite manejar al presidente la minucia de 51000000$ diarios a un ritmo de producción de 1700000 barriles día o de 69000000$ diarios a un ritmo de producción de 2300000 barriles diarios. Si la suma no le parece lo suficientemente grande visualícela en forma mensual y distribúyala entre los 24 estados, lo que le daría una cantidad en el rango de 63750000$ - 86250000$ mensuales para invertir en cada uno de los diferentes estados para mejorar los servicios públicos y la calidad de vida de la población. La diferencia entre lo que ha podido hacerse y lo que se ha hecho, es abismal; sin embargo, gracias a la inseguridad del primer mandatario, que se siente amenazado de que alguien lo pueda hacer mejor y prefiere concentrar en él todos los recursos para aparecer como el “mecenas bueno” que otorga o aprueba los gastos, a costa del sufrimiento y miseria de la población, que debe resignarse a poder acceder directamente al mandatario para que sus problemas puedan ser considerados para la solución, como reiteradamente se ha observado en sus cadenas televisivas. El sentido común aconsejaría usar esos recursos de manera descentralizada, para que cada estado atacara los problemas más urgentes y al ir mejorando se pudieran ir construyendo fondos para emergencias o crisis futuras. No hacerlo así, es intentar ocultar lo inocultable, el gobierno resiente el avance de las fuerzas democráticas y antepone al bienestar nacional su deseo de perpetuarse en el poder. El tiempo se le está acabando y como dicen en Sabaneta burro corre cuando le interesa, es decir, con tal de no aflojar el coroto vendrán los mil y un sueños de proyectos de vivienda, empleos, salud, seguridad, exportaciones, etc. para mantener una ilusión que le posibilite atornillarse al poder en 2012. En pocas palabras el síndrome del marido descubierto en la infidelidad, comienza a llegar temprano, sorprende con un ramo de flores sin razón aparente, quizás un detallito u obsequio al cobrar el sueldo, la celebración del aniversario, la entrega puntual de los dineros para la casa y el mercado, la ayuda en la casa con las tareas o reparando algún artefacto dañado y la infaltable invitación a salir; todo vale con tal de que no lo boten. Por su parte la unidad democrática no debe dejar que le minimicen el descomunal logro alcanzado, al romper las mayorías calificadas del oficialismo con escasos recursos financieros para movilizaciones y promociones, venciendo la diversidad de aspiraciones y apetitos personales para proponer fórmulas apoyadas por todos y conformando sus equipos de defensa del voto en las mesas. Tampoco hay que vanagloriarse y dormirse en los laureles pensando que con ese éxito se tiene a Dios agarrado por la chiva, eso solo indica que se está transitando el camino correcto y al pueblo le ha gustado esa alternativa al apoyarla con su voto. Todavía falta trabajar en pulir las propuestas, vincular los distintos sectores con ellas, asignándoles un rol en su ejecución y sacarlas a la calle para acrisolarlas en la pasión popular. Es momento de tomar la ofensiva pasando de la crítica al gobierno a la propuesta de una o varias formas de hacer las cosas mejor, permitiendo llevar mayor bienestar a los venezolanos. Hay que seguir sembrando en las comunidades la posibilidad de que el cambio puede lograrse con el apoyo de todos, porque el gobierno en su soberbia y testarudez no acepta que se ha equivocado y prefiere estrellarse antes que rectificar. Asumir que los que votaron en su contra están equivocados o confundidos, en lugar de cuestionarse él como quien pudiera estar errado, es el colmo de la estupidez y la pedantería. En el pasado reciente le estallaron en la cara las crisis del sector eléctrico, de la inseguridad y recientemente el metro; sin embargo las respuestas intentadas no han solucionado esos problemas. En el caso del metro, ofrecer reparar 400 motores en 9 meses significa arreglar 45 motores mensuales a un ritmo de 1.5 motores diarios. Eso solo puede hacerse si la falla es simple, pero si ese es el caso ¿por qué no los arreglaron antes? ¿Desidia, ineptitud o indolencia? El ofrecimiento de exportaciones de café a Rusia, obviando el déficit nacional y la rentabilidad ante los precios internacionales, mientras los productores nacionales se quejan de que el precio vigente no les permite cubrir los costos de producción, es un engaño mal intencionado, por decir lo menos; sin mencionar que aumentar la producción en un rubro perenne implica aumentar la siembra y esperar 3-4 años para obtener frutos. El cuento de la vaca que daba 62 lts/día mientras no se consigue leche en polvo en varios estados del país (Carabobo, Aragua, Zulia) es el colmo del caradurismo. El haber subido la meta de inflación para el 2011, no se entiende si es un artificio para decir que por fin la cumplieron o el reconocimiento a la política de convivir con inflaciones de dos dígitos durante la “revolución carita”. A manera de aclaratoria, sí el gobierno se hubiera esforzado en esta década por reducir la inflación como lo hicieron la mayoría de los países del hemisferio a un solo dígito, las necesidades de dinero para el 2011 se reducirían de 204 millardos de Bsf a 174 millardos de Bsf, los reales les rendirían en el bolsillo a los venezolanos y se tendrían más recursos disponibles (30 millardos de Bsf) para atender lo social y promover el empleo sustentable. Hay que preguntarse ¿donde está la falla? Y tal vez la respuesta sea, en el tiempo que se pierde para maquillarse para las cadenas y/o transmisiones del ejecutivo o ensayando la sonrisa que se va a poner, la cara o la voz con que se van a decir tales y cuales cosas, que gesto cuadra con tristeza y sensibilidad o que tono de voz comunica autoridad y decisión. Por eso los venezolanos sueñan con esa noche de Dic 2012 y practican cantando: En una noche tan linda como esa / un nuevo presidente vamos a elegir / que no se encadene / que sea eficiente / y que al pueblo le sepa cumplir / …en una noche / tan linda / como esaaaa…..

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