jueves, 1 de abril de 2010

CON LA VARA QUE MIDAS SERÁS MEDIDO…

Si bien es cierto que la realidad es una sola, no puede negarse que puede ser vista desde diferentes ángulos y puede ser abordada desde diferentes enfoques, cada uno reflejando o mostrando una porción de esa realidad pero nunca la totalidad de la misma. Ancestralmente se ha señalado que al ser humano le está vedada la comprensión de la realidad que lo circunda, de allí la incansable búsqueda del mítico árbol de la sabiduría que ha acompañado al ser humano durante la historia. Cualquier cosa puede ser analizada desde múltiples perspectivas: desde arriba, desde abajo, desde los lados, oblicuamente, etc. Es como los planos de una construcción hay la vista de planta, las vistas laterales, las fundaciones, los planos eléctricos, los planos hidráulicos, etc. Ninguno por si solo representa la realidad como un todo y solo en su conjunto permiten aproximar la comprensión del todo, léase bien, aproximar la totalidad, es decir casi llegar a comprenderla o muy cerca de su cabal comprensión. De allí la importancia de la diversidad y la tolerancia para poder permitir la consideración de los diferentes enfoques, de las distintas ideas o las variadas interpretaciones que conducen a la aproximación de la realidad.. Jugar a ser Dios considerando nuestro único pensamiento o nuestra única versión de las cosas como la verdad absoluta, no solo es erróneo sino impráctico, porque deja muchas interpretaciones fuera del esquema de raciocinio. La historia está plagada de casos que ejemplifican los estruendosos fracasos del pensamiento único a través de la paradoja que desnuda su debilidad e inoperancia oculta tras una aparente fortaleza e invencibilidad.. Recientemente hemos visto como quienes no escuchan sugerencias, quienes se mantuvieron sordos ante todos los avisos de la desastrosa situación eléctrica que atravesaba el país, ahora son presa de pánico e improvisan toda serie de medidas inconsultas tratando de contener lo que solo la naturaleza puede contener y lo que solo la desidia permitió crear. Inexplicablemente los de verbo agresivo, los que se ufanaban de arrasar, desaparecer, aplastar y pulverizar a sus adversarios comienzan a asustarse unos a otros con la amenaza de que si pierden el poder serán arrasados, desaparecidos, aplastados o pulverizados. Dice la sabiduría popular juzga el ladrón por su condición y las Sagradas Escrituras señalan con la vara que midas serás medido, por qué entonces ese miedo súbito y repentino al veredicto popular si presuntamente han venido tomando las decisiones correctas? Quien ha despreciado las ideas de los demás, quien se ha erigido en la verdad absoluta debería estar más que confiado del juicio favorable de sus ciudadanos sobre el rumbo que se ha decidido para sus destinos. Quien en el mundo se atrevería a dudar de la exactitud de un mapa de finales del siglo 19 para guiarnos por cualquiera de las ciudades del siglo 21? Irónicamente, no el gran líder. Mas esclarecedor aún, por qué ninguna de las empresas llamadas socialistas ha podido realizar aportes económicos a los programas sociales? Todos los fondos provienen o de Pdvsa, cuya naturaleza capitalista nadie duda, bastaría comparar el costo de producción y el precio de venta así como evaluar sus principales clientes, o de empresas capitalistas expropiadas a “la forzata”. Durante cuanto tiempo las nuevas empresas expropiadas podrán seguir realizando aportes bajo la nueva filosofía que las dirige o mas asertivamente, cuanto puede durar el nuevo comunismo si llegara a lograr su objetivo de destruir al capitalismo? De donde saldrán los recursos, si se elimina la ganancia, para mantener los programas sociales que permiten a los excluídos de siempre convivir con sus problemas pero no eliminar las causas radicales de ellos? No parece necesario encontrar el árbol de la sabiduría ni comer de sus frutos para responder esas interrogantes, el nuevo comunismo nos conduce por una espiral de pobreza caracterizada por una mentalidad de escasez, donde los recursos no alcanzan para satisfacer las necesidades de una población creciente o vendrá un control a la reproducción y la natalidad?. No es descabellado pensarlo, considerando que si hay control de cambio, control de precios y control del número de bienes que pueden comprarse, se pueda controlar la reproducción y la natalidad, si lo único que por ahora se mantiene sin control es la inflación y la inseguridad. Sobre esta última se han dado explicaciones que van desde que en el pasado también habían hurtos y asesinatos hasta que es causada por “paracos”; si se votó por un cambio de gobierno era porque se quería un cambio en los resultados, por tanto no puede ser excusa que en los gobiernos previos a la 5ta. también había inseguridad. Escudarse tras la presencia de “paracos” en los barrios, es reconocer la ineficiencia del gasto en equipamiento militar que se ha ejecutado en los últimos años, con el argumento de defender la soberanía del país y no somos capaces de liberar a nuestra población del flagelo de la delincuencia común o será que las autoridades solo pueden detener “paracos” que comen cachitos y toman jugo de naranja? Hay un contrasentido tan grande entre las versiones de las autoridades y la realidad, que en lugar de tranquilizar a la ciudadanía terminan generando más sospechas, especulaciones y sobresaltos a la población. Que coherencia lógica puede tener que en pleno escándalo de presuntas vinculaciones o apoyos a organismos terroristas como la ETA, se atrape a un presunto colaborador de esa organización tratando de entrar al país por uno de sus principales aeropuertos? Nuevamente, la excusa no puede ser que si venía de no se donde o me lo mandaron para inculparme, si esa persona se arriesgó a venir hacia acá, algún tipo de presunta colaboración debe haber pensado que tenía, sino estaría corriendo un riesgo tan irracional como pensar que en pleno apogeo de la Alemania nazi de Hitler los judíos en lugar de huir de ese país buscaban ir hacia allá. El endiosamiento del líder los lleva a conductas altaneras, arrogantes y prepotentes a través de las cuales se llega al colmo de los colmos de amenazar a la población con que van a perder los programas sociales sino siguen votando por ellos. No hay nada más chocante, antipático y humillante para un venezolano, y tal vez para cualquier ciudadano, que se le trate de manipular y chantajear con prebendas y amenazas, ya que eso automáticamente desprecia su capacidad de raciocinio, de discernir, de opinar, de pensar las cuales son cualidades inherentes al ser humano per se. Aquellos que pregonan la voz del pueblo es la voz de Dios o que el pueblo es sabio en sus decisiones, ahora no pueden resistir la tentación de “ayudar” a ese pueblo a tomar sus decisiones y recurren a la amenaza y el amedrentamiento para que se amolde a su conveniencia y sus designios, arrebatándole toda oportunidad de participación libre, independiente y soberana. Solo la “nueva clase libertaria”, los nuevos grandes cacaos y los nuevos amos del valle pueden ufanarse de una conducta tan vil. Bastaría recordar, hacer un ejercicio de memoria intentando ubicar en los últimos 3-4 años si la AN se ha reunido para discutir el tema de la inseguridad o la crisis del sector eléctrico en el país. Cada cual dará la respuesta que su memoria y conciencia le dicten, al igual que podrá intentar recordar si en ese mismo lapso se dieron reuniones de apoyo a Palestina, al expresidente Zelaya, pronunciamientos sobre Honduras o se aprobaron recursos para donaciones en terceros países, las cuales no son condenables en si mismas, sino por la falta de atención a las necesidades de las poblaciones que los eligieron.
En las filas del esfuerzo unitario la falta de sentido común, de sentido de la oportunidad y del sentido del momento histórico hace que se desperdicie el tesoro de la diversidad y la tolerancia. Bastaría escuchar con atención a los otros, privilegiar la opinión de los electores que se quieren representar y dominar el afán de protagonismo para que se pudieran alcanzar acuerdos sólidos y con real opción de triunfo. Que coherencia puede tener iniciar el camino de la representación popular despreciando la opinión o preferencias de la población. Hay que agruparse tras los candidatos que mueven, emocionan y motivan al electorado, el resto debe ceder sus aspiraciones y apoyar las fórmulas unitarias.

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