miércoles, 17 de marzo de 2010

QUIEBRA A LA VISTA

El domingo pasado, el primer magistrado hizo un toque técnico en Barquisimeto, luego fue a Cumaná y en su maratónico programa, mostró el resultado obtenido con la ley de pesca y la conformación de la empresa pesquera socialista. A lo largo de su intervención bromeó con los pescadores, les comunicó la estimación de costo de producción del pescado y los felicitó por su incorporación a su proyecto comunal. En esas transmisiones televisivas surgieron 3 aspectos que se analizan a continuación: la transparencia e idoneidad de los sistemas de costos usados para fijar precios, las necesidades insatisfechas o por satisfacer en la población luego de 11 años de mandato y el esquema mental con el que juzga o descalifica a cualquier pensamiento alternativo.
El primer punto relativo al costo de producción del Kg. de atún no termina de convencer, porque no hay transparencia en la forma que se presenta la información ni hay la solidez necesaria en los pocos números presentados para fomentar la credibilidad. Cuando el líder de la revolución afirma que tiene detalladito y calculado en forma precisa los componentes del costo de la actividad pesquera y eso le da un total de 9,45 Bsf/Kg., deja de lado el deseo natural de cualquier ser humano de comprobar la veracidad de tal afirmación. No especificó cuales son los componentes o categorías que conforman el costo de producción para que cualquiera pueda recalcularlo o estimar el propio y ver si coincide, se queda corto o supera al estimado por el gobierno. Tampoco dió los montos de cada componente o categoría para facilitar cualquier análisis o comparación que valide su apreciación de la actividad pesquera. Hay que recordar que los sistemas de costos son una representación de la realidad y en su elaboración se establecen premisas y condiciones cuyo cumplimiento y veracidad determinan la confiabilidad de los resultados. Volviendo a lo referido en la transmisión televisiva, se presentaron dos casos de embarcaciones, una en alta mar que tenía 40 TM de pescado en su cava y otra que estaba en el puerto con 10 TM de pescado. Vale la pena preguntarse si el costo de producción de 9,45 Bsf/kg. es el mismo para ambas independientemente de la carga pescada. Otra pregunta interesante es como se comparan esas dos cargas con las premisas establecidas en el sistema o estructura de costo que tiene todo detalladito y calculado. Esa variación representa el riesgo de la actividad, es decir no todos los días o viajes se va a traer la misma cantidad, habrá días buenos y habrá días malos en una proporción que varía de acuerdo a las temporadas y el movimiento de los cardúmenes de peces. Igualmente, habrá momentos de elevado consumo por el cliente y de menos consumo por el cliente lo que obliga a almacenar y asumir nuevos costos de almacenamientos y posibles pérdidas por descomposición. Algo similar sucede con los márgenes de comercialización en la cadena de suministros, vender a 10.5 Bsf/Kg. el pescado fresco con un margen de 11.11% no logra siquiera contrarrestar los efectos de la inflación. La venta al detal a 14.5 Bsf/kg. representa un margen de 38.10% sobre el precio del pescado fresco y luce insuficiente, por la razón ya mencionada, para cubrir los gastos de dos peldaños de la cadena de comercialización el transportista y el detallista. Este análisis superficial basado en los pocos datos disponibles, parece presagiar la quiebra o fracaso de dichos establecimientos y los otros como las areperas, hipermercados éxito, pastas de arroz y maíz, CAAEZ, etc. A manera de ejemplo para clarificar el efecto de la inflación, imaginemos un ahorrista que tiene en el banco una cantidad suficiente en su cuenta de ahorro, para generarle por los intereses lo necesario para cubrir la canasta básica (4081,82 bsf/mes), es decir tiene en cuenta 408182 Bsf. Si utópicamente la inflación se mantiene en cero, dicha persona podrá cubrir la canasta básica sin preocupaciones indefinidamente; desgraciadamente no es así y la inflación es mucho mayor a cero. En la medida que la tasa de inflación supere a la tasa de interés pagada por el banco, la persona pierde poder adquisitivo porque los bienes aumentan de precio a una velocidad mayor a la que el ahorrista recibe intereses del banco, con lo cual la cantidad que requiere para cubrir la canasta básica es mayor a los intereses generados por su cuenta y debe empezar a retirar mayores cantidades del banco para poder sufragarla, comenzando un circulo vicioso de descapitalización que lo llevará a la ruina. Si la inflación llega a 20% la canasta le subirá en un año a 4898,18 Bsf/mes, si la inflación llegara a 30% la canasta rondaría los 5306,37 Bsf/mes y si el “diablillo inflacionario” se remontara a 40% se necesitarían 5714,55 Bsf/mes para adquirir dicha canasta de alimentos, productos de aseo y servicios básicos. En pocas palabras no es abatiendo al sector privado ni cerrando negocios o expropiando como se controlan los precios es abatiendo la inflación. Efecto similar sufrirían las empresas señaladas anteriormente ya que su margen no supera la inflación esperada o proyectada en el presupuesto nacional, con lo cual forzosamente necesitarán aportes de dinero del ejecutivo (Pdvsa) para sobrevivir en el tiempo. Algo tan simple como una reunión con los actores de la actividad productiva privados y estatales hubiera bastado para generar la transparencia y confianza necesaria hacia los venezolanos. Esa actitud dogmática de la palabra de la revolución es ley da pie al endiosamiento y la fama que se ha corrido de intolerancia, arbitrariedad y autoritarismo.
En relación al grado de satisfacción de las necesidades de la población venezolana, habría cuando menos que pasearse por la posibilidad de que esa masa inmensa de venezolanos que acuden a los actos públicos del ejecutivo, que no lo dejan caminar y lo rodean para colmarlo de afecto y cariño, quizás lo que buscan es que le solucionen sus problemas y necesidades. Si las distintas instancias del poder cumplieran a cabalidad sus funciones tendría sentido esperar que la población tuviera conductas menos desesperadas y angustiosas. El cariño y aprecio de los ciudadanos sería el mismo, pero no estarían “condenados” a una situación en la cual si no logran hablar con el chivo de la campana o el papá de los helados como dicen ahora, no encuentran respuesta positiva a sus críticas condiciones de vida. Es meritorio y pertinente reflexionar sobre ello, once años de gobierno deberían ser suficientes para haber logrado mejoras en la calidad de vida de los ciudadanos y haber proporcionado herramientas a los mismos para organizarse y lograr la satisfacción de sus necesidades. Tal vez esa mujer que le quería arrancar un dedo al Presidente recordaba a la jefa del distrito capital, cuando señaló a raíz de su nombramiento, que ése era el dedo de Chávez para Caracas con todo cariño; y pensó, con mucha razón, que si ella tuviera un dedo de Chávez podría nombrar una autoridad en su comuna, que efectivamente le resolviera sus problemas y canalizara sus inquietudes. Lamentablemente el reconocimiento del ejecutivo de su imposibilidad de vivir en un barrio porque lo matarían a los dos días, no se sabe si por la inseguridad desbordada o por los “rumores” de magnicidio, aunque resulta raro pensar que entre tanta gente que lo adora le pudiera pasar algo malo. Bastaría con buscar un sitio seguro para establecer su comando y con su seguridad personal, la guardia de honor y el ejército garantizar una estadía rotatoria de una semana o 10 días en cada barrio para ver si al fin solucionan los problemas de esa gente tan sufrida. El gobierno debería pensar si no hay una contradicción entre la mejora en la calidad de vida de la población que muestran las cifras de sus estadísticas y los índices delictivos y hechos violentos que ocurren día a día en la geografía nacional. Si la pobreza se ha reducido en la magnitud que se señala, si la población está más educada y tiene acceso a buenos alimentos y si se les han inculcado valores humanistas por qué hay tanto desprecio por la vida, los bienes y la seguridad del prójimo? Por qué es casi una constante el 35-40% de los encuestados que señalan al desempleo como un problema grave del país si el índice de desempleo no llega al 10%?
Finalmente, en la vista presidencial a tierras larenses los guaros nos quedamos esperando la respuesta o el informe sobre la diferencia en el presupuesto para la carretera entre el gobernador y el ministro Cabello; han pasado casi 4 meses y aquello parece haber caído en el olvido, no es tiempo más que suficiente para que se hubiera elaborado una investigación clara y contundente al respecto? Ese aspecto pasó bajo la mesa y prefirió intentar desacreditar o restarle popularidad al gobernador larense tildándolo de desertor como si el derecho de elegir y de pensar no existiera, más aún, considerando que el gobernador renunció a la militancia públicamente y no se fugó por los caminos verdes que es lo que comúnmente hacen los desertores, se van calladitos, agazapados y en secreto. Ese tipo de posiciones son las que crean dudas y suspicacias entre sus adeptos porque revelan contradicciones e incoherencias con afirmaciones hechas antes o a posteriori, en las cuales solicita el apoyo para ganar la AN y mantener la mayoría absoluta, con la justificación de que una asamblea adversa le negaría recursos y le entorpecería su gestión. La realidad reciente señala que las posiciones recuperadas por los adversarios políticos del primer magistrado han sido desmanteladas, y se ha presentado más de un caso de conflictos con los consejos legislativos regionales que no les aprueban ni apoyan las propuestas de las nuevas autoridades. Cachicamo diciéndole al morrocoy conchúo o es una nueva filosofía que versiona al famoso principio filosófico “pienso, luego existo” como “ordeno, luego existo” y en forma más colectiva y general “me obedecen, luego existen” dada la forma en que trata a quienes no comulgan con él y las expresiones de pulverizar, convertir en polvo cósmico, etc. que ha utilizado para referir la forma en que los barrería del mapa político nacional, como si no merecieran existir por el solo hecho de no acatar a pie juntillas sus postulados. En conclusión todo poder necesita un control y supervisión, la asamblea rojita ha demostrado que no tiene el guáramo para fiscalizar al ejecutivo y más que ayudarlo a rectificar, le ha convalidado sus errores y equivocaciones públicamente reconocidas; no es momento de volverse a equivocar, es momento de evaluar la gestión rojita y de investigar tanta denuncia que duerme el sueño de los justos para poder determinar si se ha producido el cambio que se aspiraba en el 98 o no.

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