jueves, 25 de marzo de 2010

AUTOGOLES?

Se acerca el mundial de fútbol, solo faltan tres escasos meses al igual que para la tan ansiada llegada de las lluvias y curiosamente tanto en uno como en otro caso, se empiezan a producir maniobras con efectos contrarios a los esperados y que pudiéramos catalogar de autogoles. Así como un jugador en un esfuerzo desesperado por evitar un gol termina produciéndolo en el propio arco, así mismo en la política hay jugadas que se revierten y suman puntos al adversario. Característicamente, siempre se producen jugando a la defensiva y el gobierno en este momento está a la defensiva. El momento político ha llevado al ejecutivo a aferrarse a las tácticas que en el pasado le dieron resultado, line up ganador no se cambia, de esa manera trata de revivir las medidas en salud y en la distribución de alimentos subsidiados sin percatarse que ya la población entendió que ese camino no es sostenible y que tarde o temprano vendrán los aumentos de precio y se producirán los abandonos de módulos como ocurrió en el pasado reciente. El subsidio debe ser una medida temporal mientras se ejecuta el plan de desarrollo que genere empleo, promueva productividad y haga uso eficiente de los recursos para ir minimizando la política de subsidios a través del tiempo, de lo contrario nunca alcanzarán los recursos para sostener subsidios generalizados y para una población creciente subempleada por la falta de inversión. No se trata de dar las cosas baratas, se trata de abatir la inflación y por ahora el gobierno no se ha anotado el primer punto en esa lucha, al contrario, parece fomentar el proceso inflacionario con los manejos financieros que ha establecido que en lugar de promover la confianza en la moneda venezolana parecieran socavarla, si se considera la resistencia a bajar de la tasa cambiaria en el mercado paralelo. Los especuladores cambiarios quienes estaban supuestos a quemarse las manos, por ahora tienen ampollas y están formando cayos de tanto contar billete. El gobierno de los autoproclamados herederos del Libertador no ha logrado que la moneda venezolana sea aceptada en el exterior, ni siquiera los cubanos aceptan pagos en moneda nacional. Triste homenaje para quien dió su vida por la emancipación venezolana y latinoamericana. Hay que considerar que así como se nos ha dicho que ningún país se desarrolla sin ferrocarril, ningún país se desarrolla sin electricidad y tampoco se desarrolla sin una moneda fuerte y estable. La pretendida ventaja cambiaria para fomentar exportaciones y reducir importaciones se va a perder en gran medida por el poco sentido de oportunidad con que fue implementada; la crisis eléctrica y la sequía han conspirado contra cualquier intento de incrementar productividad y salir a competir, mientras que los efectos de la inflación irán borrando la pretendida ventaja cambiaria obligando a una nueva devaluación en el mediano plazo (3-5 años).
Basta revisar el elevado índice de miembros de la misión cubana en Venezuela asesinados, casi 10 por año, para concluir que algo no está bien; es inconcebible desde el punto de vista de la escala de valores, explicarse como una población arremete con tal violencia contra quien viene a tender la mano franca y amiga. Culpar a los ricachones y la oligarquía es atribuirles una potestad sobre los barrios y zonas marginales difícil de imaginar, esa no puede ser la razón, debe haber algo más profundo vinculado a la perversión de los valores que han hecho imposible la convivencia y de alguna manera desmorona o desvirtúa el efecto de las misiones educativas. Un pueblo educado y formado en valores morales, éticos y civilistas debería mostrar gratitud si se ha visto favorecido con la presencia de los cubanos y al menos tratar de protegerlos, no permitiendo la agresión. Inexplicablemente eso no ha ocurrido y cuesta imaginarse como se puede pagar con la muerte a quien ha podido ayudar a algún familiar, amigo o al mismo victimario. En esa misma onda de valores y principios, no puede ser aceptable que el beneficio o satisfacción de necesidades de un sector de la población lleve implícito el perjuicio, el sufrimiento o incomodidad para otro sector de ciudadanos de este país. Aspirar a solucionar un problema particular creándole un problema a otro no es una forma de pensar civilizada y humanista. Quien no tiene casa no puede aspirar a tenerla quitándole la casa o el terreno a otro Quien no consigue un producto o le parece que se vende muy caro, no puede pretender satisfacer su necesidad y derecho a recibirlo a punta de expropiaciones, confiscaciones y amenazas. Sería egoísta buscar el bien personal a costa del dolor y mal ajeno. Perjudicar al prójimo para lograr el beneficio propio no tiene nada honorable ni glorioso, arrebatar lo que no se ha sido capaz de construir solo es una muestra de ineficacia, falta de ideas y de capacidad realizadora. Excusarse tras el argumento de que con la revolución emergió una clase libertaria plenipotenciaria y sin limites en su accionar, es repetir los vicios del pasado creando unos nuevos amos del valle, con el agravante de no haber conseguido los bienes en base al esfuerzo y tesón sino gracias al abuso, el compadrazgo y la envidia. No es posible justificar hacer bien a alguien causándole un mal a otro, sería repetir lo que se dice criticar y se dice combatir, en el corto plazo parecerá que da resultado pero a largo plazo quedará demostrado el error y se pagará caro. Decisiones como la suspensión del racionamiento eléctrico en Caracas mientras se mantiene en el interior de la nación es un autogol en el ultimo minuto de juego, pues no va a cambiar la preferencia política en la capital pero si va a afectar el terreno que el gobierno considera suyo, es decir la provincia que ha estado sufriendo las molestias de la falta de energía eléctrica. No hay que olvidar que la coherencia entre el hablar y el hacer es importante y es evidente como la tos, por ende, es poco comprensible que quien repite machaconamente un discurso de igualdad, equidad y justicia actúe privilegiando groseramente a unos ciudadanos sobre los otros. Esas contradicciones están demoliendo la popularidad y credibilidad de los “bolivarianos fuertes”.
Las filas opositoras no son inmunes a este mal, de hecho el oficialismo preocupado y presa del miedo viendo que no logra contener el deterioro de su gestión, trata a través de la persecución de llevar el miedo al bando contrario en un desesperado intento de plantear el combate al menos en igualdad de condiciones. De momento en las filas de la unidad se dan ciertas discusiones altisonantes que son amplificadas por sus adversarios fomentando la división y la abstención. Los integrantes de la unidad no deben envidiar el dominio avasallante que se observa en los rojitos, es mil veces mejor que exista la discusión siempre y cuando se canalice de manera respetuosa, oportuna y asertiva, con análisis y consideraciones que permitan los consensos o lleven a resultados transparentes y confiables para todos a recurrir a una voz absoluta y todopoderosa que tome en ultima instancia las decisiones. En este ultimo caso y dada la proximidad de la Semana Santa la procesión iría por dentro, pudiendo eclosionar en el peor momento dando al traste con los objetivos y planes construídos sobre la endeble estructura de una unidad por miedo y sumisión. Incluso no hay que olvidar que la creatividad y la innovación provienen de la consideración de diferentes enfoques y posibilidades, esa riqueza contenida en la pluralidad no debe despreciarse ni desaprovecharse. Hay que aprender de los errores del adversario donde el miedo al escarnio, la descalificación y ajusticiamiento mediático han llevado a acallar las voces disidentes y en consecuencia a menospreciar los errores y arbitrariedades que los han hecho perder el fervor popular.En las huestes rojitas han tenido que recurrir a los mecanismos más viles del capitalismo mientras se dicen criticarlo, lo cual obviamente conduce a la incredulidad. La presión comercial sobre Colombia afectando empleos y ciudadanos en ambos países por una diferencia personal o ideológica en las cúpulas del poder, no es coherente con un discurso de sensibilidad social y preocupación por las personas. Todo eso se pasó por alto y se hizo uso del poder económico al mas puro estilo del capitalismo salvaje. La salida del director general de Globovisión atribuída a un pleito entre ricachones, mientras en el canal del estado le siguen una marcación hombre a hombre al hipotético cambio en la línea editorial, que no tendría porque ocurrir si la razón fue un pleito entre ricachones, refleja o una gran estupidez y falta de capacidad intelectual o algún trasfondo que quizás pronto salga a la luz pública. El ataque por el canal de los venezolanos a una empresa venezolana sin pronunciamiento de las autoridades competentes en la materia, es un indicador claro de privilegios y favoritismos, dando margen a la duda sobre la idoneidad de los integrantes del ente regulador, quienes al no intervenir a tiempo pudieran estar avalando corridas o prácticas comerciales desleales. Finalmente, el ataque al capitalismo y los oligarcas mientras se extiende la mano gustosa para tomar la porción de plusvalía del ISLR, el IVA y del ingreso petrolero es tanto contradictoria como degradante, si se considera que lo que permite mantener las misiones populistas de salud y alimentos es la plusvalía petrolera (se produce a $8/barril y se vende a $70/barril sin intermediarios), mientras se persigue, ataca y acorrala al empresario privado destruyendo fuentes de trabajo y la oferta nacional. Irónicamente, esa riqueza proviene de los clientes capitalistas que adquieren el crudo y sus derivados, lo cual es la manera más rotunda de admitir que el nuevo comunismo no puede sobrevivir sin su contraparte capitalista. Esas conductas derrumban y enlodan cualquier alusión a la justicia, el amor al prójimo, la igualdad o la equidad. Claramente se manipulan para el provecho político y personal. Cuantos programas y misiones se pudieran montar si el crudo se le vendiera a los países pobres al precio que ellos pueden pagar? En conclusión, así como no es posible ocultar la tos ni es posible ocultar la ignorancia, la realidad pone al descubierto en su día a día la inoperancia de las medidas oficiales para combatir los principales problemas del país: inseguridad, inflación, vivienda, desempleo, etc. y la utilización de las tácticas capitalistas dentro de la revolución deja en evidencia que solo hay una diferencia entre el socialismo y el capitalismo, la eficiencia en el manejo de los recursos y en la toma de decisiones

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